SIMAS, SUS EXIGENCIAS E INEFICIENCIAS
Sin dejar a un lado la obligación del usuario de pagar a tiempo el servicio de suministro de agua potable y el derecho de Simas de exigir legalmente ese pago, me permito exponer a través de su Foro del lector lo siguiente:
Porque lo acabo de vivir personalmente estos dos últimos meses en el intento de suprimirme el suministro y por información de terceros que tuvieron un caso similar, es necesario exponer que las acciones de Simas para hacerlo se basan en su información equivocada o mal investigada. Ellos exigen inmediatamente después de su vencimiento y supuesto no-pago en su servicio, les sea presentado de inmediato el comprobante de pago y esto se complica en el caso de negocios que envían dicho comprobante al contador.
En muchos casos, incluyendo últimamente el mío, el recibo fue pagado oportunamente en un módulo foráneo de pago (dichos módulos no aceptan pagos de recibos vencidos) en donde el reporte del pago a la central no es inmediato, pero el corte al usuario que ya cumplió, sí lo es. Los problemas administrativos de ellos se los endosan al usuario que siempre es culpable al menos que demuestre inmediatamente lo contrario.
En mi primer caso, hace un mes, sorprendí a los empleados del Simas desconectando el medidor antes de avisar oficialmente del corte, afortunadamente el contador alcanzó a enviarme el recibo que contabilizaba y había sido pagado oportunamente. Al mostrar tal recibo, los cortadores de mala gana (supongo que faltó ofrecer la propina) lo reconectaron sin reemplazar los sellos que habían roto; al exigir su reemplazo para evitarme acusaciones de robo de agua, me dijeron que esperara a la cuadrilla de los sellos y hasta la fecha no ha llegado.
Esta segunda vez o sea recientemente, sabiendo que se había pagado en un módulo el recibo, tocó la mala suerte para mí (buena para ellos) que mi empleada que tenía la copia que ya conservamos en la oficina, había salido un momento. Pedí a los “cortadores” esperar un momento y ante su negativa me planté frente al medidor impidiendo el corte. Por ser “violento” y reclamar que se repetía lo que había sucedido hace apenas un mes, levantaron un acta y amenazaron llevarme ante los tribunales y cobrarme una multa de no sé cuántos salarios mínimos.
Al tener la sartén por el mango y con posibilidad de cortar un servicio indispensable, Simas disfraza la ineficiencia en exigencia.
Jesús Humberto Orduña Rodríguez,
Torreón, Coahuila.