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SUEÑO DE NAVIDAD

En Navidad yo soñé que los hombres eran amigos de la verdad y que no había opresión sobre la Tierra; que todos se querían y que en la cesta de los pobres crujía el pan caliente; que los ricos habían comprendido que la felicidad está en dar y no en hacer acopio de riquezas.

Soñé que la cultura de la muerte había dado paso a la cultura de la vida y que ésta cabalgaba en brioso caballo; que la sociedad era intolerante con la aberración y el horror del aborto y que había un estatuto de respeto para el embrión; que las asociaciones como Provida se disolvían por innecesarias y que el terrorismo y el maltrato a la mujer eran cosa del pasado.

Soñé que en los hospitales, como en casa, los enfermos eran tratados con cariño, y que no había emigrantes esclavos.

Soñé que los esposos se querían y que los hijos podían dormir tranquilos porque había sido vencido el dragón del divorcio; que los padres educaban en la honradez, la responsabilidad y las buenas maneras y que no se contradecían sobre educación; que los ancianos eran recibidos con agradecimiento en la casa de sus hijos y que en Europa se necesitaban pocos asilos.

Soñé que en todas las casas se celebraba la Navidad con un belén y que la familia reunida cantaba villancicos.

En fin, yo soñé con un mundo feliz y que Dios reinaba en cada corazón humano. Al despertar, ¿me entristeció la utopía? No me abandonó la esperanza y creí que debía seguir soñando.

Josefa Romo,

J. R. Garlito,

Torreón, Coahuila.

Carta resumida

¡QUÉ LÁSTIMA!

La sociedad se mueve en tres ritmos: mañas, hábitos y costumbres.

La primera es una conducta inaceptable, excepto para los mañosos. La segunda, es aceptada por unos, rechazada por otros. Costumbres es una conducta aceptada por toda la sociedad, excepto por los mañosos.

La Navidad es día en que los niños no duermen o se levantan temprano para recibir sus regalos, luego corren con los vecinos para presumir y jugar con sus regalos.

¡Qué lástima que esta costumbre se vaya perdiendo!, siendo sustituida por los adultos que desde muy temprano buscan a sus amigos para embriagarse y escandizar desde muy temprano o todo el día.

Ojalá, no llegue el día en que los niños en lugar de juguetes pidan una bebida alcohólica.

Eduardo González Caldera,

Torreón, Coahuila.

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