Hubo un tiempo, en que los candidatos a cargos de elección popular, en cuanto eran designados, podían sentarse en la sala de su casa a esperar que las fuerzas vivas y los sectores del PRI, acudieran a ellos para pedirles que fueran a algún acto organizado ex profeso para el candidato. Porque el triunfo lo tenía seguro.
Pero, los tiempos cambiaron y ahora, en cuanto una persona es designada candidato, debe salir corriendo a buscar a los electores para realizar eventos con ellos y sobre todo, con aquellos que no tienen partido, porque entre ellos está el mayor número y por tanto los que le pueden dar el triunfo.
Señalo lo anterior, porque he seguido a distancia, obviamente, las campañas a la alcaldía de Gómez Palacio y mi diagnóstico, favorece notoriamente a Ricardo Rebollo Mendoza, por las razones que a continuación mencionaré.
Ricardo, es un entusiasta joven que ha sabido combinar dos elementos esenciales para realizar una campaña exitosa: Trabajo y estrategia política.
Nacido en el seno de una conocida familia gomezpalatina, abrevó desde niño en la fuente de la política.
Su padre, don José, fue un hombre que buena parte de su vida la dedicó al servicio público. Tuve el privilegio de conocerlo siendo yo muy joven y sus amigos, en especial mi suegro, don Ernesto, siempre que se refería a él decía que era un excelente hijo. Decir eso, significaba que si era buen hijo, era buen marido y padre de familia y por tanto, buen ciudadano. Así era don Pepe.
Pero además de conocer a su padre, tuve también la honrosa oportunidad de conocer a su familia. En especial, a su madre y a su hermana Rocío, con quien me une una profunda amistad que mucho he disfrutado, en charlas interminables sobre temas muy variados. Como candidato, Ricardo, ha centrado su campaña en dos vertientes muy importantes. El contacto directo con la gente y el saber escuchar sus necesidades y propuestas de solución.
En sus propuestas, denominadas “Los Diez Cómos”, presentó en forma clara y concisa, la forma en que piensa atacar la problemática de la vecina ciudad. Eso implica que el electorado tiene claro cuál es su oferta de campaña y sabrán qué demandarle de llegar (como estoy seguro que lo hará) a la alcaldía de Gómez.
Su juventud, le permite emprender largas caminatas por barrios y colonias, saludando y escuchando a los electores. Un candidato o gobernante que no sabe escuchar a los ciudadanos, corre el serio riesgo de equivocarse al presentar soluciones, porque puede ser que no sean las que la gente quiere. Es bien sabida la anécdota de Papíkuano, el jefe Kikapú, cuando el gobernador se empeñó en construir la escuela para esa reservación.
Rebollo, trae un discurso fresco y honesto, en el que le llama a las cosas por su nombre. No desconoce los aciertos del pasado, pero tampoco oculta los errores ni pretende esconder las cosas que se han hecho mal.
Su poder de convocatoria se ha puesto de manifiesto en los actos masivos que realiza, en los que ha reunido, según el caso, de quince a treinta mil personas, lo que electoralmente es un triunfo.
En las encuestas que menos le favorecen, Ricardo, se adelanta con 35 puntos de ventaja. A mí me impresionó la de El Siglo de Torreón, en donde aventaja a su oponente más cercano con 52 puntos, que es muchísimo para un candidato a alcalde.
La fortaleza que deriva de su juventud y el compromiso que está estableciendo, día con día, con la ciudadanía, hace albergar grandes y buenas esperanzas para su gestión.
De Augusto Ávalos, el candidato del PAN, poco ha trascendido. Como no sea el descontento del panismo tradicional porque el Partido lanzó a un candidato externo. Pero, en ningún caso, se advierte la fuerza que trae Rebollo para eventualmente alzarse con el triunfo.
Se necesita vigor para lanzarse a la calle en busca del voto popular y Ricardo lo tiene.
Se requiere honestidad para hablarle de frente a los electores y comprometerse con ellos en un proyecto de Gobierno y Ricardo la tiene.
Se necesita carisma para atraer al electorado y un fuerte apoyo familiar que haga suponer que el candidato posee los valores que la gente desea ver en un político y Ricardo cuenta con ese carisma y ese apoyo.
Habrá que esperar al día de la elección para conocer el veredicto final del electorado. Pero en Ricardo Rebollo Mendoza, el PRI de Gómez Palacio, tiene un excelente candidato.
