Cuando se pensaba que Correcaminos de la UAT Reynosa era un rival a modo, el equipo estudiantil llegó a Monterrey para imponerse a la Fuerza Regia por amplio margen, lo que viene a confirmar que actualmente en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) no existe enemigo pequeño.
Después de visitar Chihuahua, Algodoneros recibirá en Torreón a Correcaminos de Matamoros, el jueves cuatro de octubre, mientras que la UAT Reynosa se presenta aquí el sábado seis de ese mismo mes. Matamoros y Reynosa son de los que no hicieron un buen entrenamiento, lo que se ha reflejado en el mal arranque del calendario regular.
No deja de ser una sorpresa que Reynosa le haya ganado a Monterrey en su propia casa, sin embargo, al parecer la llegada de Omar Quintero al equipo regio vino a perjudicar las buenas actuaciones que se habían tenido. No se puede dudar de la calidad de Omar Quintero, el de Nogales, Sonora, es indiscutible en la selección nacional, pero se trata de un elemento que suele abusar del tiro a la canasta, lejos de ceder el balón a un compañero que generalmente está mejor ubicado.
Algodoneros contrató para esta temporada a Karim Malpica, un jugador sin la publicidad excesiva que se ha dado a Omar Quintero, pero sí con mucho mejores condiciones como armador para el capitalino sobre el hoy jugador de la Fuerza Regia. Torreón aprovecha las facilidades del reglamento para tener en su plantel a dos jugadores mexicoamericanos, ya que esta situación hoy no sería posible si Karim Malpica se hubiera mantenido en la selección nacional.
El reglamento interno de la LNBP señala que un equipo con dos seleccionados nacionales no tiene derecho a contar con mexicoamericanos; quienes tengan a un jugador de selección podrán activar a uno, y quienes no tengan jugadores en el representativo nacional, podrán contar hasta con dos de los comúnmente llamados “pochos”.
Esta regla tiende a nivelar los equipos y es bien vista por la generalidad, sólo que la LNBP de hoy en adelante deberá vigilar muy de cerca que cada uno de los involucrados cumpla el reglamento al pie de la letra, ya que en la medida que eso se logre, la competencia será más nivelada, en beneficio de todos los integrantes del circuito.
Hoy el basquetbol mexicano vive momentos claves en su historia, al asegurarse que los días de Jorge Toussaint están contados al frente de la Federación Mexicana de Baloncesto, si este hecho se hace realidad, entonces podrían venir cosas importantes para la LNBP, que curiosamente en los últimos meses se ha hecho cargo de la selección nacional, con el lógico deterioro de sus finanzas, porque vaya si se requiere mucho dinero para mantener en actividad al representativo mexicano.
De darse la salida de Jorge Toussaint, será importante designar a un hombre de basquetbol, comprometido con este deporte y que empiece por darle credibilidad a la Federación Mexicana de Baloncesto, porque este aspecto hoy prácticamente no existe para los potenciales patrocinadores de dicho organismo, la mala imagen de Toussaint impide que los empresarios inviertan en el “deporte ráfaga” y éste es quizá el punto número uno a modificar, porque no se sabe de otro caso en el mundo, en donde una liga profesional aporte los recursos para el funcionamiento de la selección nacional.
En la LNBP de por sí ya existen fuertes gastos, en cuanto a arbitraje, pago de derechos a FIBA por los extranjeros y un curso para los entrenadores, el cual nunca se va a impartir, pero cuyo cobro sí se hizo efectivo. ¿De quién es el negocio o dónde están los recursos que ya genera a estas alturas la LNBP?
