Algodoneros de Torreón es el mejor equipo de la LNBP como local, su racha de 17 triunfos consecutivos en casa lo tiene muy cerca de la cima de la Zona Norte; hoy en día cada juego en el Auditorio Municipal de Torreón es una verdadera fiesta del Deporte Ráfaga y aunque falta mucho tiempo, ya se siente el ambiente de playoff en el escenario de la calzada Colón y calle Delicias.
Los buenos resultados deportivos del equipo lagunero son producto de la estricta selección que se hizo para escoger a los refuerzos, de la atinada dirección de Javier Díaz-Castroverde, el coach español que ha sabido dar un estilo de juego al equipo; el trabajo directivo es importante, al ofrecer a los jugadores las mejores condiciones, tanto en Torreón como en las giras.
Hoy todo es optimismo, el público está verdaderamente metido con su equipo y se vive un ambiente de fiesta, el cual no se había dado desde que el equipo nació junto con la LNBP, hace ya ocho años. Mañana se inicia una nueva gira de cuatro partidos, la cual luce complicada, sin embargo, la quinteta algodonera parece tener lo necesario para obtener nuevos triunfos fuera de casa, con sólo desplegar el mismo basquetbol que se les ve en Torreón.
Parte de este éxito es la armonía existente en el grupo, aunque hoy existe preocupación ante la manifiesta inconformidad de jugadores que reprueban las decisiones del coach, ya sea de no iniciar los partidos con ellos en la cancha o bien, cuando son retirados de la duela, por creer que es lo más conveniente para el equipo.
Cuando se juega en casa Algodoneros, además de los cinco hombres en la cancha, presenta a siete elementos en la banca, todos con grandes deseos de ser tomados en cuenta, pero de acuerdo al estratega, las condiciones no siempre se dan para que todos jueguen. Hoy en día se ha hecho una costumbre ver desconsolado a Andre Joseph cuando arrancan los partidos y él está en la banca, la estrategia de utilizarlo ya iniciado el partido ha dado buenos dividendos, pero el jugador desea ser tomado en cuenta desde el arranque de las acciones.
El sábado anterior se vio a Blake Walker molestarse cuando se dio su salida, mientras que Karim Malpica desde la cancha pedía calma a Javier Díaz-Castroverde. La dirigencia que encabeza Eduardo Ganem Pérez no sólo está consciente de la situación, sino que hoy trabaja con gran preocupación en busca de solucionar un problema que debe ser erradicado por completo. La disciplina es parte del éxito en todo grupo que pretenda trabajar como verdadero equipo y el éxito general debe estar siempre muy por encima de lo individual.
Cuando se obtiene un triunfo en el seno del equipo debe existir alegría y no enfado en lo particular al no ser tomado en cuenta como muchas veces un jugador piensa que es lo justo, nada hay más importante que Algodoneros de Torreón, por las satisfacciones que ha dado a su afición y por el esfuerzo de cada uno de sus integrantes en la cancha y desde la banca cuando no se tiene actividad.
Javier Díaz-Castroverde ha realizado un buen trabajo al frente del plantel, el trabajo de pretemporada fue muy corto y el equipo ha crecido poco a poco hasta mantenerse como único invicto en casa de toda la LNBP, una situación muy meritoria que se debe reforzar con más triunfos de visita, pero todo dentro de un trabajo con absoluta disciplina y sin pensar en cuestiones individuales.
No existe duda alguna sobre la capacidad del estratega español de Algodoneros, el aspecto deportivo no debe preocupar a los directivos, pero sí se requiere especial atención para la cuestión de grupo; todo el que ha jugado basquetbol sabe lo que representa estar en la banca, desde ahí los juegos se sufren más y en varias ocasiones dan ganas de meterse a la cancha, aun sin la indicación del coach. La situación de Algodoneros es clara y se tiene todo para resolverla, las inconformidades de un jugador que no participa lo que él piensa es lo justo, atañen a todos los equipos.
Algodoneros está integrado por un grupo de jugadores que son ganadores, con grandes deseos de desquitar la paga y de ser partícipes de la fiesta que hoy se vive en el Auditorio Municipal en cada partido de la LNBP. Ahí está entonces el reto de Javier Díaz-Castroverde, el coach español deberá aprovechar ese deseo natural de algunos de sus jugadores por estar en la cancha, con la limitante de contar con un plantel de 13 elementos, de los cuales sólo cinco pueden estar en la cancha.