Cualquier persona que haya estado presente en el Gimnasio Hermanos Carrión de Aguascalientes el 20 de noviembre pasado, seguramente no entenderá el veredicto emitido por Jorge Richotti, diez días después del problema entre Panteras de Aguascalientes y Algodoneros de Torreón. El secretario técnico de la LNBP asegura en su comunicado que Blake Walker agredió a Miguel Ayala, que respondió con un empellón.
Sin afán de pecar de localista, estar presente en el escenario nos permitió seguir detenidamente las acciones que desencadenaron la bronca, que no parece extraña al recordar lo sucedido en Torreón cuando ambos equipos se enfrentaron el jueves 15 de noviembre. Blake Walker fue un jugador que hizo mucho daño a Panteras y desde el partido en el Auditorio Municipal, Jacinto Álvarez, Antonio y Miguel Ayala se dedicaron a provocar al moreno, junto con Lee Cook.
El 20 de noviembre al mediodía, Algodoneros entrenó en el Gimnasio Hermanos Carrión, y al llegar a este escenario Panteras terminaba su práctica, entonces Lee Cook exigió a Miguel Ayala jugar limpio, y le advirtió que de no hacerlo así habría una respuesta. Se iniciaba el partido y Jacinto Álvarez de inmediato fue a provocar a Cook, cuando lo hizo por tercera vez, el estadounidense respondió, aunque sin agresiones, pero el forcejeo entre ambos jugadores provocó un doble personal.
Javier Díaz-Castroverde fue hacia el árbitro de nombre Lucio a pedirle mucha atención, porque el juego se prestaba para muchos roces que podrían traer consecuencias, el silbante dijo que él y su compañero estarían concentrados, pero en el segundo cuarto las provocaciones del local crecieron, y curiosamente por parte de jugadores de banca, cuya ausencia prácticamente no afecta al equipo de Aguascalientes.
Nadie lo platicó, fuimos testigos de los hechos, Alejandro y Francisco Ramírez fueron los primeros en entrar a la cancha, los directivos de Panteras querían comerse vivo a Blake Walker, cuya reacción no se justifica pero sí se entiende. El jugador Jesús Campos propinó un sillazo en la cabeza a Lee Cook, el “Chango” López repartía patadas y puñetazos a manos llenas, y al venirse todo el equipo local en contra de la banca del visitante, es difícil pensar que esa acción no se haya planeado.
¿Qué movió a Jorge Richotti a dar un veredicto totalmente parcial hacia el bando hidrocálido? Cualquiera sabe que el argentino, como secretario técnico de la LNBP, es incondicional de Modesto Robledo, presidente del circuito y mandamás de los Correcaminos de la UAT, un equipo que en la Zona Norte es rival directo de Algodoneros, y al que evidentemente es importante perjudicar a favor de la quinteta tamaulipeca.
La LNBP llega a ocho años de vida y ese tiempo ha sido más que suficiente para que las personas físicas y morales que arriesgan su dinero se den cuenta de los malos manejos de sus principales directivos, por lo que muchos enamorados del deporte ráfaga decidieron abandonar la causa ante tantas decisiones viscerales y tendenciosas.
Es curioso que cuando hay problemas de cierta gravedad, el fallo de la LNBP es en contra del equipo “menos importante”, del que no tiene el respaldo de las grandes empresas o de alguna universidad, pública o privada y cuyos intereses no quiere afectar la mencionada liga.
Algodoneros apeló ya la sanción recibida ante el secretario técnico de FIBA Américas, que en primera instancia manifestó gran interés en resolver el problema de acuerdo a la objetividad y a los valores propios de la honestidad y las buenas costumbres, aspectos que hoy en los dirigentes del circuito parecen no existir.
Y repetimos, no es pecar de localistas, pero quien estuvo presente en el escenario de la bronca tiene bien claros los hechos, por lo que al conocer el veredicto de Jorge Richotti es factible pensar que el argentino se refiere a otros hechos y no a los del 20 de noviembre en Aguascalientes. Modesto Robledo, como titular de la LNBP tiene en sus manos una “papa caliente” porque las constantes decisiones tomadas arbitrariamente hoy son causa de gran molestia entre varios directivos, situación que hemos constatado en pláticas aquí en el Auditorio Municipal de Torreón y en las plazas que Algodoneros visita para celebrar sus partidos en gira.
Decir que Blake Walker agredió a Miguel Ayala y asentar que éste respondió con un empellón, es algo que no puede entender cualquier persona que haya presenciado los hechos. Jorge Richotti, como incondicional de Modesto Robledo ha incurrido en serias fallas que aún es posible corregir y esto se antoja urgente, porque el argentino tiene en total 23 patrones que arriesgan su dinero para dar vida a la liga de basquetbol más importante que hay en México. ¿Será?.
