Datos de ENSANUT 2006 señalan que no sólo más mujeres fuman, sino que la edad promedio de inicio en este hábito pasó de los 23 a los 17 años. (Archivo)
Por todos lados se advierte del riesgo que constituye fumar y de los peligros que entraña para los no fumadores, entre ellos niños y ancianos.
Pero poco se habla de que los humos que se desprenden del cigarrillo e incluso otros, como el que surge de la leña al quemarse, encuentran como víctimas vulnerables a las mujeres.
Sobre este efecto nocivo diferenciado, especialistas en la materia dicen que debido a las características de género, las mujeres son más vulnerables para desarrollar EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que comprende al enfisema pulmonar y la bronquitis crónica, y que es un padecimiento mortal que afecta a más de cuatro millones de mexicanos, de los cuales la mitad lo ignora.
En este mundo contaminado, hay un elemento que agrava todo: en los últimos años el tabaquismo se incrementó entre las mexicanas. Datos de ENSANUT 2006 señalan que no sólo más mujeres fuman, sino que la edad promedio de inicio en este hábito pasó de los 23 a los 17 años.
Los datos indican que las fumadoras están 13 veces más propensas a morir por EPOC que las mujeres que nunca han fumado.
El doctor Raúl Sansores explica que “la exposición al humo del cigarro impacta de manera distinta a hombres y mujeres debido a que ellas tienen pulmones más pequeños, lo que las hace mucho más vulnerables para desarrollar EPOC, ya sea por la inhalación de humo de leña, en el caso de aquellas que aún cocinan en fogones, principalmente en las zonas rurales de nuestro país, o por tabaquismo”.
Los médicos alertan sobre que la EPOC y el asma, provocan confusión constante, por lo cual no es correctamente diagnosticada ni tratada. Los especialistas coinciden en que es importante diferenciarlas pues cada una responde a tratamientos diferentes.
Sobre la forma de combatir a la EPOC, el doctor Sansores dice: “El tiotropio es el único tratamiento de larga duración disponible, una de las razones por las cuales, el Tercer Consenso Médico Mexicano para el diagnóstico y tratamiento de la EPOC concluyó en establecerlo como la terapia (de una sola toma diaria) de primera línea para este terrible padecimiento”.
