Insiste la Unión Ganadera Regional de Durango en que pueden existir anomalías en los rastros municipales.
El Siglo de Durango
“No lo digo yo, sino que lo dicen los mismos introductores de ganado”, dijo el secretario de la Unión Ganadera Regional de Durango (UGRD), al referirse al asunto de los rastros municipales, en donde dijo que son los ya mencionados los que le han hecho comentarios en el sentido de que para resolver el problema de carne de bovino enferma sólo “le arrancan el cacho al canal”, para luego hacerlo pasar por bueno.
Manuel Berumen Berumen, secretario de la UGRD, hizo comentarios hace dos semanas en el sentido de que sólo el rastro Tipo Inspección Federal (TIF) cuenta con médicos calificados del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica), para revisar el ganado y la carne que ahí se maneja, y en su caso se decomisa si resulta enferma o sospechosa de algún problema que pudiera causar dificultades para el consumo humano, como es el caso de la tuberculosis.
Incluso en aquella ocasión, cuando precisamente rindió protesta con el Consejo Directivo de la UGRD, dijo a El Siglo de Durango que en los rastros municipales no se contaba con médicos calificados para decomisar la carne y en su caso destruirla.
Para tal efecto, El Siglo de Durango realizó un recorrido en la Empacadora Durango, uno de los rastros municipales que existen en el estado, y en el que se mostró la forma de operar del mismo. Ahí incluso Sussane Jarvis Gámiz, gerente de esta compañía, dijo que era una pena que Manuel Berumen Berumen no conociera el procedimiento de revisión y verificación en el Rastro Municipal.
También dijo que lamentaba que Manuel Berumen no conociera el trabajo que está haciendo el Comité de Fomento y Protección Pecuaria, que está al pendiente del ganado que llega a este lugar y del control que existe del mismo para que se evite por todos los medios el sacrificio de animales enfermos.
Incluso, en la empacadora El Siglo de Durango tuvo contacto con una inspectora, Martha Sosa, quien dijo proceder de la UGRD o bien del Comité de Fomento y Protección Pecuaria del área de Movilización de Ganado, posición que Manuel Berumen Berumen dijo desconocer y que incluso presumió podría ser más bien de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR).
Dijo: “Pues no creo que sean del Comité, porque nada tiene que hacer ahí, más bien pienso que deben ser de la SAGDR; sin embargo, de cualquier forma ellos no cuentan con personal de Senasica y con respecto a lo de la carne contaminada, lo que le puedo decir es que son los comentarios de los mismos introductores de ganado”, dijo.
Médicos dicen lo contrario
Médicos veterinarios zootecnistas de los Servicios de Salud de Durango (SSD), que laboran en la Empacadora Durango, realizan a cada cabeza de ganado revisiones antes y después del sacrificio. Para tal efecto llevan a cabo una inspección exhaustiva de la carne, de los nódulos linfáticos y de lesiones que sean sugestivas a la posible presencia de tuberculosis. En este caso, según aseguraron, la carne se decomisa y se destruye.
Indicaron que la revisión que realizan es exhaustiva; incluso, pueden observar algún hígado parasitado o con problemas hepáticos, para lo cual se realiza el decomiso correspondiente.
Según lo dio a conocer Sussane Jarvis Gámiz, gerente del Rastro Municipal, todas las acciones que se hacen en este lugar se realizan con las más estrictas normas de calidad, para asegurar que la carne esté en excelentes condiciones para el consumo humano.