A diferencia del tae kwon do, disciplina donde los atletas mexicanos como Iridia Salazar han conseguido buenos resultados, el futbol a pesar de tener un gran apoyo en nuestro país, se queda corto en cuanto a los resultados. (Jam Media)
Millones de dólares se invierten en el futbol cada año sin que los resultados sean los que se esperan.
MÉXICO, DF.- ¿Qué tiene qué pedirle un deporte como el futbol a otro como el tae kwon do? Si hablamos del corazón de los aficionados mexicanos, nada. Pero si de lo que se trata es de reconocimiento internacional, de títulos mundiales y olímpicos, la cosa cambia radicalmente.
Tampoco hay comparación alguna si se ponen en la balanza los 240 millones de dólares que tienen proyectados conseguir los dirigentes del futbol mexicano a costa de comercializar a su Selección Nacional hasta 2010 con los seis millones de pesos, que fue el presupuesto aprobado para el tae kwon do en 2007.
Justo cuando las selecciones de futbol se estrellaban una tras otra contra Argentina en todos los torneos en los que se la encontraron, México conseguía tres medallas de oro en los Juegos Panamericanos en Río de Janeiro. Fueron producto del esfuerzo de tres mujeres: la menudita Alejandra Gaal, María Espinoza, quien además es campeona del mundo, e Iridia Salazar, medallista de bronce en los últimos Juegos Olímpicos.
Sin embargo, la atención mediática se ha concentrado en el futbol, que sólo ha traído decepciones. El día en el que Salazar ganó la medalla de oro sólo el diario de la capital, El Universal, la llevó como foto principal de su portada de Deportes. El resto de los diarios de circulación nacional decidieron destacar la derrota de la Selección Sub 20 en el Campeonato Mundial que se celebró en Canadá.
Practicar tae kwon do no requiere instalaciones muy especializadas, sino principalmente un equipo de protección adecuado. Se puede hacer en cientos de clubes a lo largo del país y en instituciones públicas como la UNAM o el Politécnico, que tienen representaciones importantes de esa disciplina.
Pero, al lado del futbol, es un deporte muy marginal. El balompié sí requiere instalaciones especiales, pero las tiene. México es uno de los países que mejor infraestructura tiene para ese deporte en América Latina, sólo detrás de Brasil y Argentina, en cuanto al número de canchas. Además, se practica masivamente.
Es difícil imaginar un deporte que requiera instalaciones más específicas para su desarrollo que el canotaje. México cuenta con una pista en el sur del Distrito Federal que fue escenario de unos Juegos Olímpicos, pero en la actualidad no cumple con los mínimos requerimientos internacionales.
Pues de esa pista obsoleta salió un campeón mundial, Everardo Cristóbal, que sorprendió al ganar en Hungría el año pasado ante los dos favoritos, un ruso y un alemán. De ahí salieron las medallistas de plata panamericanas Analicia Ramírez y Lila Perezrul, quienes lo lograron en la prueba de
En Cuemanco funcionan varios clubes de remo y canotaje que se mantienen gracias a sus esfuerzos y que han visto llegar a nuevos interesados en practicar esos deportes a raíz de que contamos con un nuevo campeón mundial.
Lo mismo pasó con el levantamiento de pesas, una disciplina que no tenía ninguna repercusión en México hasta que en Sydney 2000 Soraya Jiménez ganó la primera medalla de oro olímpico para una mujer mexicana.
Niñas como Carolina Valencia se emocionaron hasta las lágrimas ese día. Años después, Carolina se convirtió en campeona centroamericana y ahora panamericana en un deporte que nunca se imaginó practicar. “No es cosa de mujeres”, dicen que le dijeron, pero un día fue detectada como talento y desde entonces prácticamente no volvió a su casa.
Ana Guevara ha sido otro revulsivo para el atletismo, que va ganando espacio como una tendencia. A raíz de su éxito, toda una generación de jóvenes ha aprendido que una mujer puede ser exitosa en un deporte diferente al que más le gusta a los hombres… y que además, sólo cosecha fracasos.
Hasta el jueves pasado, el squash había dado la única medalla de oro mexicana para un atleta varón en Río de Janeiro. Se trata de otro deporte marginal, pero que se practica intensivamente en esta ciudad gracias a que las instalaciones que requiere son pequeñas y no se necesita más que dos jugadores.
México seguirá cosechando medallas en los Juegos Panamericanos, sobre todo a partir de hoy, que comienza el atletismo con los 20 kilómetros de caminata y la maratón femenina.
Los atletas tricolores son la potencia regional en pruebas de fondo. Es normal para un país cuyas principales ciudades se encuentran en zonas con altitud, dicen los expertos. Pero eso no explica el interés creciente de miles de personas que poco a poco están corriendo en las calles por su cuenta.
En los últimos años se ha desatado un auge de pruebas callejeras. Nike estableció un hito cuando reunió a 20 mil personas para correr una carrera de 10 kilómetros hace dos años. Desde entonces nuevas empresas han decidido imitar el modelo y por ejemplo, este año la rival de la marca estadounidense, Reebok, ya organizó la propia y con mucho éxito.
Y qué decir del ciclismo. Otra disciplina tan marginal que la subcampeona olímpica Belem Guerrero sufrió un accidente entrenando en la carretera de Toluca, debido al escaso respeto que los automovilistas mexicanos siguen teniendo hacia quien conduce una bicicleta. Guerrero tardó meses en recuperarse y más de un año en conseguir de nuevo un nivel competitivo adecuado. Hace unos días consiguió una medalla de bronce en Río de Janeiro, y ayer una de plata en ruta.
La medalla de plata en Atenas 2004 le dio a Guerrero derecho a una beca de 23 mil pesos mensuales, muy lejos de los 200 mil que gana un jugador promedio en el futbol mexicano y mucho más lejos de los sueldos estratosféricos de las estrellas que acaban de fracasar en la Copa América.
Así son las diferencias, cerremos con ésta: la Conade tiene este año un presupuesto histórico. La Cámara de Diputados le autorizó un presupuesto de mil 48 millones de pesos, que es mucho más de lo que originalmente solicitó el Ejecutivo, pero que está a muchos ceros de distancia de los millones de dólares con los que la Federación Mexicana de Futbol cuenta para llevar a cabo sus planes de trabajo para mejorar el nivel de sus participaciones internacionales… si es que acaso tuvieran algún plan.
