Un par de técnicos de la Conagua aforan el canal 3+500, procedimiento mediante el cual determinan el volumen de agua que lleva el canal y así seguir en forma puntual y exacta las entregas del líquido.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En el presente ciclo agrícola, las autoridades federales y estatales invirtieron 5.5 millones de pesos en la vigilancia de las aguas de riego, con lo que garantizan a los usuarios que no habrá anomalías en la distribución del recurso hidráulico.
Óscar Gutiérrez Santana, director del Organismo de Cuencas Centrales del Norte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dijo que éste es un programa piloto a nivel nacional que por el momento sólo se aplica en la Comarca Lagunera, pero que dependiendo de los resultados, pudiera extenderse a otras direcciones de organismo, ya que las quejas sobre presuntos tráficos de agua por parte de los ‘canaleros’ son frecuentes.
El funcionario federal aclaró que las personas que manejan los 17 módulos de la región pertenecen a la sociedad civil y no son personal de la Conagua, pues desde 1994 se transfirió la operación y conservación a los módulos de riego, por lo que la Conagua sólo entrega el recurso al punto de control y de aquí se distribuye a los usuarios.
“En algunos módulos empezó a haber algunos señalamientos sobre el uso indebido del agua y se buscó dar capacitación al personal que opera los módulos y retomar procedimientos de control que se habían ido perdiendo como el propio programa de riego, volúmenes de caudales entregados en forma diaria”, manifestó.
La Conagua invirtió 3.5 millones de pesos por parte de la Federación, mientras que los Gobiernos Estatales de Coahuila y Durango aportaron un millón más cada uno, a fin de que en esta ocasión no existan quejas sobre venta de agua a terceros por parte de los módulos de riego.
En el operativo de vigilancia, 34 técnicos del Colegio de Chapingo, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), y el Cenid Raspa del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), capacitados en aforar, medir humedad y utilizar posicionadores satelitales para ubicar los predios, se distribuyen en los 17 módulos e integran formatos estadísticos sobre el avance del riego.
Los técnicos llevan un control diario de volúmenes entregados a cada módulo, volúmenes distribuidos, superficie regada por día, de forma que permiten monitorear cualquier situación irregular y tomar medidas de inmediato.
Además, los técnicos cuentan con el equipo para determinar el estado de los cultivos y la oportunidad con la que requieren el riego, a fin de que todo esté más programado conforme a las necesidades de los cultivos y no respecto a una distribución aleatoria del agua.
“Vamos a dar cifras transparentes a la comunidad sobre quién está usando el agua y cómo”, dijo Gutiérrez Santana, “se están cubriendo los dos aspectos, tanto aquello que puede ser por falta de capacitación para llevar a cabo la distribución del agua y la otra parte, cuando alguien con dolo quiere hacer un abuso de un bien que es de la nación y que solamente está entregado a las asociaciones para hacer una distribución equitativa”.
Objetivos
Éstos son los objetivos del operativo de vigilancia que mantiene la Conagua en los canales y módulos que corresponden al distrito 017.
-La definición estricta del programa de riegos.
-La medición de caudales, humedades y superficies de riego, para que todos los usuarios se ajusten a la superficie que tienen autorizada.
-El cuerpo de técnicos, además de los jefes de unidad de la Conagua, supervisarán los trabajos de los módulos a fin de que no se cometan irregularidades.
-También se detectarán de inmediato las fallas que pudieran presentarse en la infraestructura.
FUENTE: Conagua