Se reencuentran hermanas en Los Ángeles; una de ellas fue dada en adopción durante la guerra entre El Salvador y Honduras.
EFE
Los Ángeles.- Cuando la salvadoreña Santos Enríquez salió huyendo de Honduras, por la guerra entre su país y El Salvador, en 1969, estaba a punto de dar a luz.
En calidad de refugiada en su propio país, en una precaria situación económica, tuvo gemelas y por no poder costear la manutención de las niñas y cinco hijos más, dio una en adopción.
Treinta y siete años más tarde, y gracias a la organización Pro-Búsqueda, que ayuda a localizar niños perdidos en la guerra civil salvadoreña, las hermanas se reencontraron en Los Ángeles.
"Nuestros padres vivían en Honduras (San Pedro Sula) y tuvieron que salir porque los hondureños estaban matando a todos los salvadoreños que ahí se encontraban", dijo Sabrina Flores, una de las gemelas que reside en Alemania, acerca de la llamada "Guerra del Futbol".
"Ellos tuvieron que salir de noche para que no los agarraran", reveló.
Flores viajó el 3 de febrero pasado desde Alemania, en donde reside, para encontrarse con María Vides, su hermana gemela, que vive en Los Ángeles.
La madre de ambas viajó desde El Salvador para el emotivo reencuentro.
El 28 de agosto de 1969, "en el hospital de maternidad mi mamá dio a luz, María dio el peso y yo no lo di, por eso me quedé en la incubadora", relató Flores. "Y mi mamá en algún momento se puso a pensar y dijo: la verdad... que voy a hacer con las dos, se me van a morir".
"Pues se la llevaron a ella (a María) y a mí me dieron en adopción", relató Sabrina, casada con un ciudadano alemán y madre de dos niños.
Los padres adoptivos de Sabrina, quienes no pudieron tener hijos, fueron Alberto Flores, chofer de la embajada de China en El Salvador, quien falleció, y Juana Serrano de Flores, ama de casa.
La niña se crió como hija única y supo que era adoptada a los 15 años.
"El año pasado con una vecina muy querida, Delmy de Mojica, (de El Salvador) no teníamos datos, nombres ni nada, y ella nada más fue con la fecha de nacimiento y que éramos gemelas al hospital de maternidad", contó Flores. "Y encontró que dos señoras dieron a luz gemelas ese día".
Con los nombres en mano, Flores contactó por teléfono, desde Alemania, en julio de 2006, a la organización Pro-Búsqueda en El Salvador.
Héctor García Berríos, investigador de la organización no lucrativa, dijo que su entidad fue creada para "buscar niños víctimas de desaparición forzada" en la guerra civil, ocurrida entre 1980 y 1992, en El Salvador.
"Pero el caso de Sabrina se da en la guerra de Honduras que es en 1969", subrayó García Berríos. "Pero al ver la insistencia, Pro-Búsqueda accede a aceptar el caso en solidaridad".
Por intuición de Flores, los investigadores de la entidad, fundada por el padre jesuita Jon Cortina, comenzaron a trabajar en la búsqueda de Santos Enríquez Amaya, en el departamento de Ahuachapán, cuya hija (María) había emigrado 17 años atrás hacia la ciudad de Los Ángeles.
Contactada la familia, comenzaron a comunicarse por cartas y teléfono. Y acordaron verse por primera vez en Los Ángeles.
