Samuel Eto’o nada pudo hacer para evitar la eliminación del Barcelona frente al Getafe en la Copa del Rey. (EFE)
EFE
Getafe, España.- La marea azul que llenó el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe por primera vez desde su ascenso a la máxima categoría, vibró con una remontada épica frente al Barcelona (4-0), al que levantó el 5-2 de la ida y sacó el pase a su primera final de la historia de la Copa del Rey.
El modesto equipo madrileño afrontaba un encuentro muy especial, fuera cual fuera el resultado final, pero ni siquiera el 5-2 del partido de ida, aparentemente definitivo para el desenlace de la eliminatoria, restó ilusión a la afición azulona, que acudió en masa al Coliseum Alfonso Pérez. Los incesantes ánimos de la grada se intensificaron con las primeras ocasiones getafenses y, sobre todo, en los minutos previos al descanso, cuando llegaron dos goles, el primero con un potente disparo de Javi Casquero (minuto 37) y el segundo por medio de Dani Güiza, al 42.
Y la afición estalló, creyó el mensaje de la remontada y en la posibilidad de jugar la próxima final de Copa del Rey en el Santiago Bernabéu. Lo demostró todo el estadio con un cántico: “Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid”.
No lo fue en los restantes minutos, porque la marea azul prolongó su sueño -la pesadilla para el Barcelona- hasta convertirlo en realidad con dos goles más, uno de Vivar Dorado y otro de Güiza en apenas cinco minutos, con poco más de un cuarto de hora para la conclusión del choque y con la final de Madrid y esa clasificación casi imposible prácticamente en el bolsillo.
Y al final, los jugadores del Getafe dieron la vuelta al campo para festejar su proeza. Era posible. Ya lo decía el video-marcador antes del partido. Y lo fue. Otra página histórica para el modesto Getafe, quizás la mejor de su breve existencia entre los mejores del futbol español, que tendrá continuación en la final de la Copa del Rey del próximo 23 de junio. Ahí espera el Sevilla.