Ante la renuncia del gobernador Óscar Flores Tapia —11 de agosto de 1981— el Congreso del Estado designó a Francisco José Madero González con el carácter de gobernador sustituto; éste ejerció el cargo desde esa fecha hasta al 30 de noviembre del mismo año en que asumió el poder estatal el licenciado José de las Fuentes Rodríguez.
Francisco José Madero resultó ser un gobernador pertinente, juicioso y discreto; cumplió su deber en medio de las circunstancias en que nacía su Gobierno. De entrada puso en servicio algunas obras que Flores Tapia no había tenido tiempo de inaugurar, pero caballerosamente jamás intentó satanizar a la Administración precedente, como había sucedido en Coahuila en casos anteriores. Madero cumplió puntualmente las obligaciones administrativas y financieras del Estado y pudo concluir algunos trabajos pendientes. Ayudó a los municipios en sus programas de obras públicas más urgentes; instituyó un plan de regularización de la tenencia de la tierra dentro del cual expidió más de cuatro mil escrituras públicas; pero lo más importante fue que prohijó un clima político de tranquilidad que se reflejó en los comicios del último domingo de agosto de aquel 1981. Un año después sería postulado y electo Senador de la República.
José de las Fuentes Rodríguez, el nuevo gobernador, había nacido en General Cepeda, Coahuila, pero creció en Saltillo y aquí completó su educación básica, secundaria y preparatoria. Sólo cuando concluyó el bachillerato en el Ateneo Fuente se marchó a la Ciudad de México para estudiar la carrera de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ahí le tocaría a De las Fuentes ser compañero y amigo de algunos estudiantes que posteriormente tuvieron un destacado protagonismo político en la nueva etapa institucional del PRI: Jesús Reyes Heroles, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo. A De las Fuentes le gustaba el derecho penal, le ayudaba su carácter y por lo tanto buscó ser agente del Ministerio Público y juez penal en el Distrito Federal. Invitado por don Nazario S. Ortiz Garza laboró en la Nacional de Distribuidora y Reguladora de Abastos Populares y al tomar posesión don Raúl Madero González del Gobierno de Coahuila fue designado Procurador General de Justicia del Estado por recomendación expresa del mismo ex gobernador Nazario Ortiz Garza.
La carrera política de José De las Fuentes se inició a partir de su inclusión en el Gabinete del General Madero. Luego fue designado como segundo Rector de la Universidad de Coahuila para los años 1963 a 1969, en pleno periodo de don Braulio Fernández Aguirre. Inmediatamente fue diputado federal por el Primer Distrito de Coahuila, luego presidente del comité directivo estatal del PRI en 1975, otra vez diputado federal; años después secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y ya en pleno periodo de López Portillo secretario general del CEN del PRI.
José López Portillo empujó a De las Fuentes para la candidatura al Gobierno de Coahuila en los primeros meses de 1981, intención que se hizo evidente cuando un grupo de coahuilenses, entre ellos el propio De las Fuentes, se presentara en la casa de JLP para patentizarle su apoyo para la elección presidencial. Aquel gritó “¡Quiubo Diablo!” con que JLP lo saludó al descubrirlo entre los priistas de Coahuila fue un destape por seis años anticipado.
De las Fuentes protestó el cargo de gobernador el primero de diciembre de 1981. Durante su Administración —dice el Diccionario Biográfico de Coahuila— “impulsó los programas de vivienda popular, construyó un centro de convenciones en Saltillo y el edificio del Partido Revolucionario Institucional”.
Al concluir el Gobierno de López Portillo e iniciar el de Miguel De la Madrid, José de las Fuentes Rodríguez vería declinar su estrella, al igual que la de todos los políticos. Empezaba el ascenso de los gobernantes tecnócratas en procesos electorales supuestamente democráticos y las famosas “concertacesiones” de conveniencia entre los partidos. El neoliberalismo social, algo que todavía no es posible definir y la globalización económica, se abrían paso junto a la subordinación de México a los intereses de los 8 países más desarrollados del mundo. Trémulo se esbozaba entonces un nuevo concepto de justicia social, no definido hasta ahora.
De las Fuentes fue, en Coahuila, el último eslabón de los políticos- políticos defenestrados del poder federal por los nuevos lineamientos de la Casa Blanca. Otros tiempos vendrían, un distinto estilo empezaría a definirse en el Palacio Rosa.