El largometraje presentado por Hugo Chávez se llama 'Miranda regresa', que recrea las vivencias de uno de los héroes de la gesta de independencia de Venezuela del imperio español. (Archivo)
Como parte de lo que se ha denominado su "revolución cultural", el gobierno del presidente Hugo Chávez estrenó el jueves con una gran gala en un fuerte militar un largometraje sobre el prócer independentista Francisco de Miranda, la primera superproducción de la fundación estatal Villa del Cine.
Luego de más de un año de espera el centro estatal cinematográfico presentó su anticipada ópera prima, "Miranda regresa", que recrea las vivencias de uno de los héroes de la gesta de independencia de Venezuela del imperio español, recurrentemente mencionado por Chávez.
"Miranda regresa" comenzó a exhibirse el viernes en 40 salas de todo el país, y la Villa del Cine planea llevarla el próximo año a la televisión para que tenga un alcance masivo.
"No hay revolución si no retomamos nuestra cultura, nuestros propios valores; es parte de la lucha contra la hegemonía imperial, contra la hegemonía neoliberal, hemos dicho al veneno neoliberal, a esos antivalores de un cine, de una televisión", afirmó Chávez durante la presentación del filme.
El mandatario aseguró que con "nuestra propia historia, nuestros propios valores, nuestra propia cultura", se construirá el "modelo socialista" que está impulsando su administración en Venezuela.
El gobierno de Chávez ha exaltado las figuras de la historia venezolana y planea llevarlas a la gran pantalla para contrarrestar éxitos de taquilla como "Superman" y "Batman", producciones que el gobernante ha calificado de "excremento" y fuente de "antivalores" que Estados Unidos emplea para promover el "imperialismo".
A pesar de la prédica oficialista, entre los venezolanos existe gran afición por las producciones de Hollywood. Las salas de cine locales frecuentemente están atestadas cuando se proyectan títulos estadounidenses. Y en las calles, es común la venta de copias piratas de estas películas.
Alejado de los clásicos cánones hollywoodenses, donde actores y asistentes acostumbran vestir sus más lucidas galas, el estreno de "Miranda regresa" se escenificó en el modesto teatro de la Academia Militar, donde abundaron ministros, militares y personalidades vinculadas al gobierno.
A diferencia de otros estrenos, las figuras centrales no fueron los artistas; la atención se centró en Chávez. El presidente acudió a la gala acompañado de su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, uno de sus máximos aliados de la región.
En medio de vivas políticas a favor de ambos se subió el telón para exhibir uno de los filmes más costosos del cine venezolano.
La película se realizó con una inversión estatal de cinco mil millones de bolívares (unos 2.3 millones de dólares) y contó con la participación de 120 actores, entre ellos el estadounidense Danny Glover, a quien se le creó el personaje ficticio de un refugiado haitiano que se acerca a Miranda, en una visita a Nueva York, porque sospecha que es un espía español que quiere maltratar a Haití.
En una puesta arriesgada donde se mezclan historia y ficción, el director caraqueño Luis Alberto Lamata presentó a un Miranda que, preso y decepcionado por las traiciones de sus compatriotas, recuerda desde una cárcel en España sus emocionantes andanzas por el mundo y su fervor independentista que lo llevó a participar en las revoluciones de Francia, Estados Unidos y Venezuela.
"Lamentable en nuestro país no hay un conocimiento real de quién es el personaje y creo que era importante esa carga divulgativa en el proyecto", añadió el realizador e historiador de 47 años.
En cuanto a la posibilidad de que el filme se exhiba en el exterior, el realizador dijo que todo dependerá de la Villa del Cine, que tiene previsto llevar el largometraje a varios festivales internacionales.
La filmación se realizó entre finales del año pasado y comienzos del 2007 entre Caracas, Cuba y la capital checa de Praga, que sirvió para recrear parte de las andanzas de Miranda por Inglaterra, Francia y Rusia.
La personificación de Miranda recayó sobre el actor venezolano Jorge Reyes, quien apoyado en un excelente maquillaje y vestuario plasmó al héroe en sus tiempos de juventud y vejez.