La nueva cinta de Leonardo DiCaprio llega a las pantallas de la Comarca con sus cinco nominaciones al Oscar.
EL UNIVERSAL
Este ha sido el año de la consolidación para el actor Leonardo DiCaprio y todo se los debe a un valioso diamante.
Su papel como un inescrupuloso traficante sudafricano en Diamante de sangre, aunado a su tercera colaboración con Martin Scorsese en Los Infiltrados, lo ha cimentado en definitiva y sin lugar a dudas como un ?actor serio?.
En esta temporada de premios su nombre no ha faltado en las ternas.
Su personificación como Danny Archer ya le dio su tercera nominación al Oscar y DiCaprio amenaza con que no podría ser la última.
?Siempre he tenido la misma actitud sobre la actuación y las películas que filmo: entre más pasa el tiempo desarrollo más herramientas y la pasión siempre debe estar ahí?.
Desde su debut en cine a los 16 años en El Enemigo hasta ahora, el actor de 32 años, dice, ha mantenido esa pasión y, además, experimenta.
Por eso protagonizó Titanic, y no se arrepiente, pues le dio la oportunidad de elegir las películas que consideraba importantes y que por su nombre logran ser financiadas, como es el caso de Diamante de Sangre, un impactante retrato del tráfico de diamantes en África.
Más maduro, con una actitud engañosamente distraída y una imagen pulcra y ejercitada, DiCaprio explica que para personificar a Acher era importante para él ir con varias semanas de anticipación al continente africano, la cinta se filmó en Mozambique y Sudáfrica.
Allá, platica, trabajó intensamente un complicado acento extranjero, se familiarizó con el paisaje, convivió con mercenarios y se emborrachó con ellos para saber cómo se insultan, su actitud ante Estados Unidos, su entrenamiento militar, su relación amor-odio con África.
?(Archer) es un hombre intrínsecamente africano que alcanzó a vivir el apartheid y sus atrocidades, pero es un sudafricano blanco moderno.
Está en un mundo muy distinto al de sus padres; padece una gran negación de lo que es y de dónde es.
?La industria del diamante y el mercado negro han marcado su actitud acerca de África. Durante el filme está estancado, para él era necesario no sentir, y por eso unirse a un pescador que trata de recuperar a su hijo (raptado por los rebeldes) no significa nada; pero al final se conecta con estas personas y el lugar del que vienen de una forma que nunca hubiese imaginado?.
DiCaprio, quien es acompañado por Jennifer Connelly como una periodista, y Djimon Hounsou como el pescador con quien busca un raro diamante, considera que es inusual que se haga una cinta que combine entretenimiento con análisis.
?Cuando leí el guión me di cuenta que podría ser una gran obra con un mensaje político. El gran logro es que aborda un periodo histórico muy específico con hechos reales que impactaron a gente real. No tienes que forzar nada. Te conmueves por las historias de estas personas. Ese mundo me cambió?.
El protagonista de El Aviador quedó impactado por la actitud de los africanos hacia la vida.
?Pese a su pobreza, vi a gente literalmente bailando en las calles de Mozambique. Se veían tan felices de estar vivos. No se atascan en sus problemas?.
Diamante de Sangre está nominada a cinco premios Oscar, entre ellos los de Mejor Actor para Leonardo DiCaprio y Mejor Actor de Reparto para Djimon Hounsou.
Silvestre Stallone da un ?decoroso? final a la sexta parte de Rocky Balboa, película que llega a La Laguna.
Filman ante ocho mil asistentes al Hotel Mandalay Bay, y en sólo 15 minutos, la despedida de Rocky Balboa
Treinta años de su vida los pasó en las salas cinematográficas cayendo y levantándose de la lona como un gran boxeador. Durante ese tiempo se convirtió en un icono de la cultura popular, y las cinco historias anteriores de su saga fílmica han recaudado en el mundo más de mil 100 millones de dólares (de acuerdo con imdb.com).
Ante toda esa gloria -viva a través del celuloide-, Rocky Balboa se despide de los rings con la sexta y última entrega de Rocky... ¡pero como todo un campeón!
Alberto González-Reyna, mexicano que participó como asistente de dirección de arte en la cinta que hoy se estrena a nivel nacional, cuenta en entrevista que puede decirse que el final del personaje creado e interpretado por Sylvester Stallone fue real y digno de un grande del box.
La euforia, los gritos y el apoyo que recibió Rocky de ocho mil personas que presenciaron en el Hotel Mandalay Bay los 15 minutos de rodaje de su última entrada y salida de una arena, asegura González-Reyna, no fueron algo ensayado.
?Cuando llega Rocky al Mandalay, estaba llena la arena, hubo un evento de HBO, una pelea de (Bernard) Hopkins, y la producción acordó que en el intermedio de una pelea y otra, saliera Sylvester e hiciera toda la caminata de cuando entran los dos peleadores y suben al ring.
La experiencia fue increíble, destaca, porque los espectadores no sabían nada y de repente les dijeron: ?Señoras y señores, Sylvester Stallone?.
?Él sale, lo iluminan y la gente perdió el control, empezó a gritar ¡Rocky, Rocky! No estaba planeado, ni siquiera ensayado, todos se volvieron locos; mejor no podían haber salido (las escenas).
?Cuando presentaron al rival (Antonio Tarver, quien personifica a Mason ?The Line? Dixon), lo empezaron a abuchear, todo funcionó emocionalmente para la película?, rememora.
Una historia real
Charles Leavitt y Edgar Zwick -guionista y director de Diamante de Sangre, respectivamente-, no se detuvieron al integrar en el filme los elementos tradicionales de una cinta de acción pero tampoco desdeñaron la posibilidad de denunciar uno de los genocidios que a las grandes naciones pareciera no importar: la guerra civil que se desató en Sierra Leona entre los años de 1991 y 2000, por el control de la extracción de diamantes.
De entrada, cabe afirmar que pese a que el tema central del filme de Zwick no es el conflicto bélico que enfrentó al gobierno del país de África occidental con grupos de guerrilleros que pretendieron adueñarse de las actividades de explotación de la riqueza mineral, el caos que vivieron los sierraleoneses -con sus cientos de miles de muertos y sus dos millones de refugiados- se siente en cada una de las secuencias en las que se desarrolla la historia de un pescador de la etnia Mende, reclutado a la fuerza por los rebeldes para trabajar como esclavos en la extracción de la codiciadas piedras preciosas, y su relación con joven ex militar que se dedica a traficar diamantes.
El tema central de Diamante de Sangre es la sobrevivencia de dos hombres de familia en medio de una situación de extrema peligrosidad, como lo es cualquier guerra civil.
Reivindica Stallone a Rocky
A 16 años del estreno de Rocky V, desde hoy comenzarán a escucharse los gritos ?¡Rocky, Rocky, Rocky!? con Rocky Balboa, película con la que Sylvester Stallone reivindica al gran personaje de su vida.
?Decidí hacer esta película para hacer que la gente se olvidara de Rocky V, porque ésta desilusionó a muchos. En estos 16 años tuve altas y bajas y quise poner eso en Rocky Balboa, y compartir con la gente eso que es exactamente lo que sucedió en la primera cinta (de esta saga, que se estrenó en 1976).
?La primera y ésta son muy similares, porque las dos son muy emocionales y hablan de la lucha en la vida diaria?, comenta Stallone en entrevista.
Cerrar la saga no fue fácil, dice, porque tenía que conseguir que este Rocky volviera a ser entrañable para la gente. Escribió tres guiones diferentes, uno de ellos era sobre salvar un gimnasio, pero ninguno lo convenció.
En esta entrega, Rocky tiene que enfrentar la muerte de su esposa Adrian y el desprecio de su hijo (Milo Ventimiglia), quien vive acomplejado por la fama de su padre. Además, sostiene una lucha contra el envejecimiento y las pérdidas afectivas.
?Al final, lo que quise decir es que Rocky no puede cambiar al mundo, lo único que puede cambiar es a sí mismo, eso es todo?, relata Stallone.
