La violencia no para dentro del medio de la música. (Fotografía de El Siglo de Torreón)
En últimos días ha habido otras muertes de ‘gruperos’. Las autoridades no descartan al crimen organizado.
DURANGO, DGO.- Ejecuciones, levantones y amenazas en contra de cantantes se han escenificado también en Durango durante este 2007; en junio fueron acribillados tres integrantes del grupo musical Los Padrinos de la Sierra, tres meses antes “Beto” Quintanilla, un cantante de narco-corridos, fue privado de la libertad con lujo de violencia de un hotel de la capital del Estado poco antes de una presentación para posteriormente ser liberado, y apenas el mes pasado, en Canatlán fue ejecutado de un balazo en la cabeza el vocalista del grupo Vizárraga.
El medio del espectáculo, especialmente los cantantes de música grupera se encuentran consternados por la muerte de tres intérpretes hace dos semanas. Un diario de Chihuahua publicó las declaraciones de los integrantes de los grupos Impostores de Durango, Elegidos de Durango y Los Caporales, quienes comentaron que existe cierto temor en el ámbito musical.
Masacran a Los Padrinos de la Sierra
En los primeros días de junio tres integrantes de Los Padrinos de la Sierra, un conjunto de música grupera, fueron acribillados después de ofrecer un concierto en los límites de Durango y Chihuahua.
Los cuerpos sin vida de César Omar Ponce Velázquez, de 18 años de edad; Fidel Omar Gutiérrez Loera, de 22, y César Ramírez Ávila, de 32 años, fueron encontrados en el camino El Tecuán–El Durazno, a la altura del denominado Puente del Diablo, en el citado municipio.
Según los testimonios que se lograron obtener por parte de los familiares, al concluir el concierto en una comunidad de Tamazula en una fiesta particular, el líder de la banda fue amenazado de muerte por desconocidos.
Levantan a Quintanilla de un hotel de la capital
En marzo, a raíz de la muerte del cantante Norberto Quintanilla Iracheta, mejor conocido como “Beto” Quintanilla, un medio de comunicación nacional dio a conocer una entrevista con la viuda del intérprete, Blanca Alicia Reyes, quien reveló que su marido había sufrido un atentado en Durango, situación que provocó dudas sobre las causas de su muerte (las cuales fueron manejadas como un paro cardíaco).
Aseguran que un grupo armado irrumpió en un hotel de la capital del Estado y sacó al cantante de “narcocorridos” encajuelado para amenazarlo, 15 días antes de su deceso.
Blanca Alicia Reyes comentó que su esposo se encontraba en un hotel en la ciudad de Durango, pues había sido contratado para cantar en un establecimiento; sin embargo, estando él a solas llegaron varias camionetas y entraron al lugar, inclusive rompieron algunas ventanas con intención de meterse y a él lo sacaron en la cajuela de un vehículo.
Esta situación la corroboraron algunas personas que se encargan de promocionar a los artistas que vienen a la capital, quienes dijeron que efectivamente “Beto” Quintanilla había estado en Durango y que tenía una presentación en la discoteca denominada Ashé y que precisamente no se llevó a cabo el espectáculo, al parecer, porque había recibido una amenaza.
Encuentran a vocalista de Los Vizárraga con el tiro de gracia
El mes pasado fue encontrado sin vida el cuerpo de Ramón Berumen Rivas, de 34 años, quien al parecer era el vocalista de un grupo llamado Los Vizárraga. El cadáver estaba en la caja de su camioneta Chevrolet, de procedencia extranjera, en un camino de terracería en la comunidad serrana de Cieneguitas.
Según las primeras apreciaciones, se dio a conocer que el cuerpo presentaba múltiples golpes que presuntamente habían ocasionado la muerte de Ramón, quien tenía su domicilio en el fraccionamiento Las Arboledas, en la ciudad de Canatlán; sin embargo al ser trasladado a la ciudad de Durango para realizar la necropsia de ley, se confirmó que pereció de un impacto de bala en la cabeza.
Según vecinos de aquella zona y testimonios de habitantes de la ciudad de Canatlán, Ramón circulaba en su camioneta por las calles de la ciudad unos minutos después de haber comenzado el tradicional desfile del 20 de Noviembre, después de las 11:00 horas.
Ramón Berumen fue capturado por sus plagiarios y llevado a un lugar por el momento desconocido para ser golpeado y asesinado con el tiro de gracia; después, el cuerpo fue envuelto en un sarape y abandonado en la caja de su propio vehículo.
