Guerreros triunfan con el corazón
TORREÓN, COAH.- Se esperaba que ayer en el Corona se diera un buen espectáculo, y así fue. Un duelo de grandes emociones y que se esperaba fuera uno de los mejores del torneo. Pero la mancha la puso el árbitro.
Durante el calentamiento de Pumas, bajo los “goyas” de los hinchas universitarios, que eran rechazados por las rechiflas locales, se escuchaba el rechinar de las bisagras de Sergio Bernal al calentar en la portería.
Oswaldo Sánchez volvió a saltar a la cancha, pero no para defender el marco albiverde, sino para levantar el último trofeo conseguido por los Guerreros. Aunque no pudo alzarla, sí pudo mostrar con orgullo el primer logro de muchos que se esperan en este torneo.
Ya con los equipos en la cancha, el momento emotivo fue el minuto de aplausos dedicado a las mujeres que luchan por el cáncer de mama.
Desde el inicio del juego Vuoso dio la voz de ataque, pero Bernal demostró que los años no pasan por él. Hubo muchos acercamientos de parte de Santos pero faltaba el último toque. El “Tuca” Ferreti se molesta con Paúl Delgadillo y Marrufo, quienes son los árbitros fuera de cancha.
El gran protagonista de este primer tiempo fue el novel árbitro Ricardo Arellano, quien aún se le ven los dientes de leche, al temblarle un poco la mano con el Pumas y no así con Santos.
Sin embargo, “Chucho” Benítez, “Hachita” Ludueña y “Toro” Vuoso buscan por todos los medios marcar un tanto.
Pero sin merecer, salvo que fue más de riñón, la UNAM consigue el primer tanto, ante el desconcierto albiverde. El reducto de la Rebel se emociona, salta a la malla y grita su “goya” con orgullo.
Aún con la celebración, Benítez se mete al área para sacar a Bernal del fondo, y el ecuatoriano aprovecha el contacto para que el árbitro marcara el penal.
Regresa el júbilo a la tribuna y se revira la celebración. Fin del primer acto, se espera algo grande para el segundo.
En el medio tiempo aparecieron las “Guerrerinhas” sacudiendo todo y a todos.
El calor empieza a pesar, pero es más la falta de balones a Ludueña para que pueda hacer estragos en el campo de Pumas. Scocco se mete ante una defensa floja y fusila a Becerra. Santos le cedió la iniciativa a la UNAM.
Pero de nueva cuenta Benítez vuelve a hacerse presente, en un centro en el área rival que no desaprovecha. A Santos en su casa y con su gente se le respeta.
Pumas apuesta por la velocidad y mete a Íñiguez. Bernal le roba un golazo a Paco Torres.
Pero Arellano se volvió loco, expulsa a Ludueña por una mano no deliberada. El “ulero” se oyó hasta las oficinas de la Femexfut y su Comisión de Arbitraje.
El “sí se puede, sí se puede” aparece, el corazón tiene que salir. A Daniel se le congela todo, ya hizo Tuca los cambios al ataque, mientras Guzmán no se decide. Y por fin hace un cambio, Vuoso por Johnnie, que es protestado por todos.
Daniel apuesta por una defensa heroica. Una tripleta arbitral, heredera de las formas poco ortodoxas del Tirantes, compensa con una roja a Alex Diego.
Pero el corazón es más fuerte, Santos se lleva la recompensa, un gol más. El Puma herido empieza a dar golpes arteros, a Lorito lo cimbraron, los árbitros perdidos en todo el juego, y se llevan los gritos “en...ejo”. Último instante, Christian Benítez sale como héroe y Santos se mantiene invicto porque tuvo más “amígdalas”, como diría en otro tiempo un técnico universitario.