Guionistas que brillan solos
De directores que elevan al rango de obras excepcionales películas basadas en un guión débil se cuentan por decenas. Entre los más célebres, el caso del cineasta inglés Alfred Hitchock quien tras adaptar una historia de la gris novela de Robert Bloch consiguió con Psicosis uno de los filmes más aclamados del cine mundial. El caso opuesto, de un escritor o guionista cuyo trabajo con la pluma brille por sí mismo o más que el del director tras el lente de la cámara resultan ser más escasos.
Guillermo Arriaga
Los personajes atormentados por la culpa y devastados por la pasión son característicos de este autor mexicano que aspiró alguna vez a ser futbolista o boxeador. A los 18 años de edad comenzó a escribir profesionalmente. En 1994 publicaría la novela Un Dulce Olor a Muerte llevada al cine por Gabriel Retes pero Arriaga no participó en la adaptación. Con Alejandro González Iñárritu trabajaba el proyecto de 11 cortometrajes situados en la Ciudad de México, luego surgió Amores Perros, cinta que ha recibido más de 40 reconocimientos a nivel mundial. Le seguirían 21 Gramos y Babel para cerrar una trilogía de profundo impacto emocional y repercusión mundial. En 1999 publicó El Búfalo de la Noche cuya trama en torno al tema de la locura se escribiría en imágenes bajo la dirección del debutante venezolano Jorge Hernández Aldana.
Vicente Leñero
El periodista originario de Guadalajara publicó su primera novela en 1961: La voz Adolorida. Novelas, cuentos y obras de teatro componen su creación literaria. En el cine hemos visto la adaptación de los guiones teatrales Los Albañiles (1970) por Jorge Fons y Los Hijos de Sánchez (1972) con la dirección de Oscar Lewis. Autor de los guiones de Miroslava (1993) de Alejandro Pelayo, El Callejón de los Milagros de Jorge Fons y El Crimen del Padre Amaro (2002) de Carlos Carrera, obras destacadas del cine nacional que no le restan humildad: “el guión, para ser eficaz, debe ser algo invisible” señaló durante un homenaje celebrado en su honor en donde recibió el Mayahuel de Plata en el XXII Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
Charlie Kaufman
Quien haya visto ¿Quieres ser John Malcovich?, dirigida por Spike Jonze estará de acuerdo en que la mente de Kaufman posee una perspectiva peculiar: se interna por extraños laberintos mentales que se recrean en universos visuales alucinantes. En la película, el protagonista encontraba un portal en el que accedía, literalmente, al cerebro del actor Malcovich. El Ladrón de Orquídeas sobre dos gemelos idénticos y Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, dirigida por Michael Gondry, acerca de una tecnología que borraría los recuerdos, lo situarían entre los autores favoritos para cinéfilos asiduos a libretos anticonvencionales.
Marguerite Duras
Nacida en Gia Dinh (Vietnam) en 1914, tomó su apellido del pueblo francés en dónde su familia pasaba los veranos. En 1942 publicó su primera novela Les Impudents y serían la soledad, el amor y la muerte sus temas predilectos. Entre sus obras llevadas al cine destacan El Amante (1992) por Jean-Jacques Annaud, sobre la apasionada relación -con tintes autobiográficos- de una joven francesa y un empresario chino. Hiroshima con Amor (1959) de Alain Resnais sobre un romance en el que pesan los recuerdos y la nostalgia. Moderato Cantabile (1960) de Meter Brook alrededor de una pareja de extraños y un crimen pasional. La pluma de Duras es imán de una veintena de filmes como This Angry Ange (1958) de René Clement y Una Larga Ausencia (1961) de Henri Colpi.
Stephen King
Una fiesta estudiantil trasformada en un baño de sangre por la venganza de una adolescente con poderes telekinéticos; un cementerio donde los muertos cobran vida o un automóvil dominado por un ente perverso son los personajes y escenarios sobrenaturales que le otorgaron a King el reconocimiento mundial. La adaptación de sus obras en pantalla atrajo la atención de un público ávido de historias terroríficas y al escritor se le daban con facilidad. Stanley Kubrick, Brian de Palma y John Carpenter son algunos de los directores que hicieron vívidas las pesadillas de King. Lo curioso es que otro tipo de relatos más humanos se cristalizaron en cintas destacadas como Sueño de Fuga, drama carcelario basado en The Shawshank Redemption; Misery, la fanática obsesionada con el personaje de una novela o Cuenta Conmigo, oda a la amistad infantil dirigida por Steven Spielberg.
