El presidente Hamid Karzai declaró hoy tres días de luto en homenaje a las 60 víctimas de un atentado contra legisladores y niños, que fue el peor ataque terrorista que sufre Afganistán desde la invasión encabezada por Estados Unidos en el 2001.
Cientos de dolientes se congregaron en una mezquita cerca del sitio del atentado en el pueblo de Nueva Baghlan, 150 kilómetros (95 millas) al norte de Kabul, y luego se trasladaron a un modesto cementerio en la cima de una colina vecina, en el que serían enterrados los muertos.
"Mi hijo iba a terminar la escuela este año, pero ayer tuve que sacarle las ropas bañadas en sangre y hoy lo estoy enterrando", se lamentó un anciano que no pudo contener el llanto frente a la tumba. No dio su nombre.
La cifra de muertos fue subiendo durante el día a medida que las autoridades confirmaban más fallecimientos ocurridos al estallar dos bombas durante un acto al que asistían legisladores y niños. Un médico que se identificó como Narmgui y quien presenció el atentado afirmó que los guardaespaldas de los legisladores abrieron fuego contra una muchedumbre luego de los estallidos, hiriendo y posiblemente matando a una cantidad indeterminada de personas.
Karzai ordenó una investigación.
En la provincia de Bahlan fueron enterradas 54 personas, según Mawlawi Sarajuddin, director del concejo provincial. Los cadáveres de seis legisladores fueron trasladados a Kabul.
Sarajuddin dijo que la mayoría de los muertos eran escolares que esperaban a la delegación parlamentaria. El Ministerio de Educación informó que al menos 18 niños habían muerto.
Karzai y otros miembros prominentes de su gobierno asistieron al acto en que guardias de honor bajaron los cuerpos de los legisladores de helicópteros y los transportaron por una alfombra roja en el principal aeropuerto de Kabul.
"No hay dudas de que esto fue un ataque terrorista", expresó Karzai en una conferencia de prensa en Kabul.
Lo atribuyó a los "enemigos de la paz y la seguridad", expresión usada a menudo para aludir al Talibán.
El Talibán negó participación alguna y no se descarta que el ataque pueda haber sido obra de Al-Qaeda.
Al menos 42 de los 81 heridos eran niños, según Mohammad Yousuf Fayez, médico del principal hospital de Baghlan.
Un vídeo del ataque muestra a varios individuos sosteniendo la cabeza del presunto atacante suicida, gritando "¡Esta es la persona que destruyó todo! ¡El que nos mató!".