Dudan que haya sido en Ecuador donde inició la domesticación del alimento.
AGENCIAS
MEXICO, D.F.- Luego de un estudio, que incluyó huellas arqueológicas y análisis genético por siete regiones de América, un equipo internacional de científicos descubrió que las evidencias más antiguas de uso del chile datan de hace seis mil 100 años, en Ecuador, aunque dudan que allí haya comenzado su domesticación.
Los hallazgos, divulgados en la revista Science, revelan que las variedades comunes de chiles picantes, de la especie capsicum, se usaban no sólo en México y Perú, sino también profusamente desde las Bahamas hasta el sur de Perú.
Los especialistas descubrieron que diversas variedades de chile fueron utilizadas en Sudamérica como condimento desde hace más de seis mil años, luego de analizar con el microsopio restos de comidas de antiguos elementos de cocina de varios sitios arqueológicos.
En documento revela que se encontraron evidencias arqueológicas de la especie de chile capsicum annuum (de la cual existen variedades como el jalapeño, ancho, serrano, pasilla, guajillo y piquín) en el Valle de Tehuacán México, que datan de hace seis mil años, y en El Salvador, con una antigüedad de mil 400 años.
Las especies capsicum baccatum y chinense, (que incluye el chile amarillo y habanero) fueron domesticadas en Punta Grande y el Valle de Casma, en Perú, hace unos 4 mil años.
El capsicum frutescens (que corresponde a la variedad de chile tabasco) fue cultivado por primera vez en el Caribe, en tanto el C. Pubescens (manzano) en la región de la Tigra, en Venezuela.
Los científicos creían que los antepasados de los incas y aztecas fueron los precursores de los cultivos de hortalizas en América. Pero en vista de estos nuevos conocimientos hay que considerar que los habitantes originarios de las regiones tropicales de Sudamérica ya cultivaban desde mucho antes el ají picante, conocido también como chile, señalaron los investigadores.
Los especialistas descubrieron que los primeros habitantes de América lograron no sólo domesticar el cultivo del chile, sino de combinarlo con algunas otras especies como el maíz, lo que pudo haber contribuido a su rápida difusión, primero por el continente y, tras la llegada de los españoles, por todo el mundo.
La investigación, encabezada por Linda Perry, del centro Smithsonian del Museo Nacional de Historia Natural, de Estados Unidos, fue posible tras identificar microfósiles de chile en estos sitios arqueológicos. (Ricardo Cerón, con información de "Science")