El ajedrez es la pasión de Carmen Daniela Pérez Trinidad y David Alejandro Rodríguez Quintana, desde pequeños decidieron practicar este deporte que demanda mucha disciplina y constancia. (Fotografía de Sergio Reyes Flores)
David Alejandro Rodríguez y Carmen Daniela Pérez Trinidad son los ajedrecistas laguneros que han conseguido importantes torneos a nivel nacional.
David Alejandro Rodríguez Quintana y Carmen Daniela Pérez Trinidad decidieron cambiar los juguetes por un tablero de ajedrez, y cuando apenas tenían cinco años empezaron a practicar este deporte, el cual requiere de mucha disciplina y dedicación para llegar a ser campeón.
David Alejandro, de 22 años de edad, es ingeniero en electrónica y actualmente cursa la maestría de Evaluación de Proyectos en la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Coahuila; Carmen Daniela está en tercer año de secundaria, no obstante la diferencia de edad y preparación académica forma parte del equipo de entrenamiento de David Alejandro Rodríguez Quintana, quien acaba de coronarse campeón en la Universiada Nacional 2007.
David Alejandro aprendió a jugar ajedrez en el seno del hogar familiar, junto a sus hermanos José Héctor, Karla Jazmín y Nora Violeta, bajo la dirección de su padre José Trinidad Rodríguez Miranda, quien le enseñó básicamente a mover las piezas y a acomodar el tablero.
A diferencia de sus hermanos, David Alejandro tuvo la fortuna de tener un entrenador, el profesor José Ángel Ramírez Vallejo.
Carmen Daniela practicaba la natación en la ciudad de Puebla, pero en un curso de verano empezó a jugar ajedrez, y ahí fue donde decidió inclinarse en forma definitiva por esta disciplina.
Al llegar a Gómez Palacio, Carmen Daniela estaba en tercer año de primaria y hubo un concurso de ajedrez, fue ahí donde conoció al profesor Miguel Ángel García Camargo, quien le enseñó a mover las piezas, lo cual es fundamental para hacer el juego.
El reto
Ser el mejor en una partida es el reto a vencer por cualquier ajedrecista, Carmen Daniela se ha trazado desde hace cuatro años la meta de ser campeona nacional, por eso cada vez que sostiene una partida, la analiza y trata siempre de mirar hacia arriba.
Pérez Trinidad está consciente de que el ajedrez es un deporte que proporciona muchas emociones y recompensa el trabajo realizado.
“Cuando ganas se siente una gran satisfacción por el trabajo realizado, el triunfo es una recompensa al esfuerzo que hiciste durante la partida”, expresó Carmen Daniela Pérez Trinidad, cuyo rostro dibuja un gesto de agradecimiento para David Alejandro Rodríguez Quintana, con quien tiene cuatro años entrenando.
David Alejandro asomó su mirada por los pequeños espejuelos que utiliza y expresó que más que la satisfacción de ganar está el poder entregar un buen resultado a las personas que confiaron en él, ya que generalmente representa a una institución. “Esto va muy relacionado con el amor a la camiseta, lo cual es muy motivante”, puntualizó Rodríguez Quintana.
La identidad en una pieza
En el ajedrez hay seis piezas diferentes, peón, caballo, alfil, torre, dama y rey, cada una con características diferentes.
Carmen Daniela confesó que desde niña le llamó la atención la dama, ya que siempre le ha gustado atacar al contrario, esa es la razón por la cual se identifica con la pieza más fuerte del tablero, ya que puede moverse como si fuera un alfil o una torre, pues es una combinación de ambas piezas.
“La dama me inspira ataque y agresividad en el tablero. Además, refleja mi personalidad”, estimó Pérez Trinidad.
David Alejandro se identificó con el alfil, en virtud de que es una pieza que estratégicamente no es fácil de colocar en el tablero, pero sabiéndola ubicar y combinar es muy poderosa en el juego del ajedrez.
“Siempre he creído que el ajedrez es un trabajo en equipo, y no hay mejor ejemplo que la pareja de alfiles en el tablero”, comentó.
El ajedrez en la vida diaria
La disciplina es una de las principales enseñanzas que le ha dejado la práctica del ajedrez a Carmen Daniela Pérez Trinidad, quien reconoció que cuando le encargan una tarea o un trabajo especial en la escuela, le dedica el tiempo necesario para que quede bien elaborado.
David Alejandro consideró que todo va muy relacionado con la forma de plantear un juego.
“El ajedrez es muy parecido a la vida diaria, ya que una partida requiere planes, estrategias, ideas a corto y largo plazo”, puntualizó el ingeniero en electrónica, egresado de la Universidad Iberoamericana de Torreón.
Lo complicado
No hay cosas fáciles en la vida y menos en el ajedrez. Para Carmen Daniela lo más complicado en este deporte es encontrar una combinación para poder atacar al contrario.
“Aparte de que es difícil encontrarla, lo más bonito y entretenido del ajedrez es atacar y matar al rival”, manifestó Pérez Trinidad en tono categórico.
David Alejandro admitió que lo más complicado es sentarse en un juego y enfrentar una situación con la confianza de que vas a dar el mejor esfuerzo, independientemente de quien sea tu rival.
“La victoria se consigue con el apoyo del entrenador, de una buena alimentación y una sesión de descanso, acorde al torneo. Una vez que llegas en óptimas condiciones, los resultados se dan por sí solos”, apuntó Rodríguez Quintana.
Sus ídolos
Escondido detrás de unos sacos de maíz está el pequeño José Raúl, mientras su padre juega ajedrez con un amigo en una bodega de La Habana, Cuba.
Le han prohibido al pequeño que juegue esta disciplina, sin embargo, su curiosidad y ansias de saber vence todo obstáculo, y escondido en aquellos costales aprende las jugadas que realizan cada noche los dos ajedrecistas.
Cuando es descubierto por su padre, le pide una oportunidad de jugar contra el compañero de juego, y se la concede, sorprendiéndolos con las jugadas que realizaba a sus cuatro años de edad.
La historia de José Raúl Capablanca (QEPD) maravilló a Carmen Daniela, quien es devota del programa didáctico “Jugadas Maestras”, que el ajedrecista cubano heredó a la posteridad, y del que ha aprendido grandes cosas, al igual que de David Alejandro Rodríguez Quintana.
Por su parte, el campeón de la Universiada Nacional 2007 admira al ajedrecista yucateco Manuel León Hoyos, de 18 años de edad, por la cultura y el respeto que le tiene al ajedrez.
“A pesar de su corta edad ha demostrado que el ser mexicano no es una limitante para ser un jugador destacado y respetado a nivel mundial”, reconoció Rodríguez Quintana.
Pensar e imaginar
Carmen Daniela se concentra y piensa en cómo implementar las jugadas, por dónde puede atacar, y si la están atacando, por dónde puede defenderse.
La pequeña ajedrecista fija su mirada en las piezas del rival, y si están mal colocadas se las come.
Al final de la partida, su mamá, María Victoria Trinidad de Pérez, le hace un reporte de lo sucedido en el encuentro, lo que le ayuda a mejorar su juego y a corregir errores, pues está consciente de que no hay partida fácil.
David Alejandro piensa principalmente en encontrar el mejor plan de juego, en base a movimientos agresivos, que le puedan dar una ventaja, con la idea de que “quien no arriesga, no gana”.
Imaginar una partida de ajedrez es difícil, sin embargo, Carmen Daniela sabe que con dedicación y concentración podrá sacarla adelante.
David Alejandro manifestó que la gente no sabe lo que hay detrás del ajedrecista y del esfuerzo que realiza para conseguir un título.
La meta a alcanzar
Los dos ajedrecistas laguneros tienen bien claros sus objetivos, Carmen Daniela se ha propuesto desde hace cuatro años ser campeona en la Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil, a celebrarse del 18 al 23 de mayo de 2007 en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.
Durante tres años consecutivos, 2004, 2005 y 2006, ha conseguido medalla de plata en esta justa deportiva, pero en esta cuarta participación va por la presea áurea.
David Alejandro comentó que por el momento no tiene una meta clara, pero juega para divertirse.
Actualmente está enfocado a su actividad de entrenador, y una de sus metas en este renglón será generar un ambiente de trabajo en el ajedrez de la Comarca, y ayudar a quien quiera desarrollarse en esta bella disciplina.
Ambos coincidieron en opinar que el ajedrez es un deporte intelectual, porque se juega con el cerebro y genera un desgaste físico, a veces impresionante, pues hay partidas en que David Alejandro pierde de dos a tres kilos de peso.
Lamentaron que al ajedrez no se le dé mucha importancia en La Laguna, en donde hay mucha “tela de donde cortar”, pero falta apoyo para promoverlo.
