EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAHUILA.- Para interrumpir un embarazo no planeado, una mujer no tiene más que acudir a una farmacia.
Un medicamento usado para combatir la úlcera gástrica tiene, entre sus efectos secundarios, la propiedad de expulsar un embrión o feto del útero materno. Este medicamento está disponible en varias farmacias de la Comarca Lagunera y cientos de mujeres laguneras lo usan para inducir un aborto, sin la supervisión requerida y a riesgo de su vida o salud.
El debate sobre la despenalización del aborto en el Distrito Federal volvió a poner sobre la mesa las consecuencias legales para las mujeres que deciden interrumpir un embarazo. Pero la discusión pasa por alto las maneras extralegales en que se puede conseguir un aborto. Ya no sólo la clínica clandestina, sino también una simple pastilla, que se puede comprar sin receta.
Los códigos penales de Coahuila y Durango dan pena de uno a tres años de prisión a una mujer que aborte un feto o a la persona que lo practique, salvo en casos de violación y peligro de vida de la madre y de malformación grave del feto, en el caso de Coahuila.
A pesar del dilema y las posiciones encontradas, existen medicamentos disponibles para realizar un aborto. La pastilla para la úlcera (cuyo nombre se omite por seguridad) es usada legítimamente por médicos para inducir un parto o para expulsar un feto que ya está muerto en el vientre de la madre.
Pero muchas mujeres acuden a esta pastilla sin supervisión, sobre todo jóvenes.
“Son pastillas que cualquiera te vende, no es así como clandestino. Vas a la farmacia y las compras, en sí son para la gastritis, pero hasta los encargados saben que se usan también para otra cosa”, dice una joven de 23 años que contó la historia de su aborto con esta pastilla hace seis meses.
Sin embargo, las consecuencias de usarlas sin supervisión van desde la incapacidad para embarazarse de nuevo, hasta la muerte por hemorragia o infección.
El uso del medicamento, cuya caja con 28 pastillas cuesta alrededor de mil pesos, es un secreto a voces. En farmacias, los mismos encargados indican su propiedad abortiva, que en sus contraindicaciones advierte que mujeres embarazadas no deben tomarla.
En otros países donde el aborto es legal, este medicamento y otros similares son comúnmente usados para inducir un aborto sin necesidad de invadir el útero materno con instrumentos, pero las pastillas son administradas con supervisión médica.
“Lo malo de esos productos es que hasta el propio farmacéutico se los vende a granel y se las dan bien caras porque este producto es caro. Y como saben que les va a ocasionar aborto, las muchachitas, con tal de salvar su situación social y familiar, lo compran”, dice el ginecólogo Eduardo Rosales.
El Siglo de Torreón habló con dos mujeres jóvenes que usaron este medicamento para terminar embarazos no deseados. Conozca sus historias.
