Científicos costarricenses afirmaron haber descubierto nuevas especies de algas, corales, pepinos de mar y estrellas de mar en la Isla del Coco, pero para revelarlas deberán concluir varios estudios.
La organización ambientalista MarViva informó en un comunicado que los descubrimientos fueron hechos durante un par de expediciones realizadas en los últimos meses a la isla, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1997.
El único adelanto que los científicos revelaron fue el hallazgo de una nueva especie de octocoral (coral suave), pero indicaron que aún resta realizar una descripción detallada del espécimen.
También afirmaron haber encontrado nuevas especies, principalmente de algas, estrellas y pepinos de mar, que serán anunciados en los próximos meses.
Las expediciones a la Isla del Coco contaron con la participación de once investigadores de la Estación Científica Charles Darwin, Conservación Internacional (CI), MarViva y de la estatal Universidad de Costa Rica.
El viaje a la isla, situada en el Pacífico a unos 500 kilómetros de la costa, se dividió en dos etapas: la primera se realizó del 31 de agosto al 10 de setiembre de 2006 y la segunda del 10 al 21 de enero pasado.
La organización agregó que estas investigaciones "marcarán una nueva era en la investigación marina en el país y darán un aporte esencial en la planificación de esfuerzos de conservación a nivel regional".
Desde 1978 la Isla del Coco es un Parque Nacional y está totalmente prohibida cualquier actividad comercial dentro de las doce millas marítimas que la rodean.
También está prohibido buscar los tesoros que según las leyendas, dejaron escondidos los piratas hace siglos en ese lugar.
Los datos más recientes indican que en la isla habitan 235 especies de plantas, unas 600 de moluscos, 57 de crustáceos, 32 de corales, cinco especies de reptiles, 400 de insectos, 100 de aves, cinco especies de artrópodos y más de 250 de peces.
Decenas de estos seres vivientes no se encuentran en otra parte del mundo.
La isla contribuye en buena parte a que Costa Rica, con una extensión terrestre de 51,100 kilómetros cuadrados (el 0.3 por ciento del territorio del planeta), albergue al cuatro por ciento de la biodiversidad mundial.