Familiares de los pasajeros del avión de Kenia accidentado en Camerún esperan noticias sobre los esfuerzos de búsqueda de los restos de la aeronave. (AP)
Los equipos de rescate en Camerún encontraron ayer los restos del avión de Kenya Airways que se estrelló en la madrugada del sábado pasado poco después de despegar de Douala con 114 personas a bordo, pero se desconoce si hay sobrevivientes, informó la compañía.
“Lamentamos confirmar que los restos del avión han sido encontrados en una ciénaga de manglares situada a 20 kilómetros al sudeste de Douala”, dijo el presidente de Kenya Airways, Titus Naikuni, en una rueda de prensa en Nairobi.
“No tenemos información confirmada acerca de sobrevivientes ni víctimas”, añadió.
“Esta información confirma que el avión se estrelló”, afirmó Naikuni, que se había negado a usar dicho término mientras no se hallaran los restos del avión e insistió en cada comparecencia ante la prensa en afirmar que el aparato estaba desaparecido.
“La razón por la que se ha tardado tanto en localizar los restos del avión es que éstos estaban tapados por una cubierta de árboles”, indicó el responsable de la compañía aérea, que añadió que todavía no tiene información sobre en qué estado se encuentran los restos de la aeronave.
Naikuni confirmó que fueron los testimonios ofrecidos por la mañana por varios pescadores a un equipo de rescate los que llevaron a éstos en la dirección correcta.
Los pescadores que trabajan en las ciénagas de manglares próximas al mar cerca de Douala, la ciudad de la que despegó el avión, confirmaron haber oído en la madrugada del sábado “una potente explosión seguida de un considerable alboroto del nivel del agua”, en palabras de Naikuni.
A partir de ahí los equipos iniciaron rastreos aéreos de esas áreas, primero en el noreste de Douala, a 40 kilómetros de la capital y finalmente en el sudeste, donde se halló el aparato, un Boeing 737-800 de seis meses de antigüedad.
Ayer la búsqueda se había centrado a una zona de selva tropical muy alejada de donde finalmente se ha encontrado el avión, situada cien kilómetros al sudoeste de la capital, Yaoundé, que se consideró que estaba en la ruta probable tomada por el vuelo KQ507.
El espacio aéreo de Camerún no está totalmente cubierto por radares, lo que significa que una vez el avión sale del perímetro cubierto por los radares del aeropuerto deja de ser visible y la nave sólo se comunica por radio con la torre de control.
Ello ha dificultado la búsqueda de los restos, ya que es difícil saber qué ruta siguió, especialmente cuando comenzó a atravesar problemas y perdió el contacto con la torre de control y por ello los técnicos trabajaban con conceptos como ruta probable.
El avión despegó de Douala en dirección a Nairobi y perdió el contacto con la torre de control diez minutos después del despegue, mientras una señal de emergencia que emiten los aviones automáticamente fue recogida por una embarcación en las islas Canarias, que retransmitieron la información a las autoridades camerunesas.
En el avión viajaban 114 personas entre pasajeros y tripulación, entre ellos 35 pasajeros de Camerún, 15 de India, siete de Sudáfrica, dos de Guinea Ecuatorial y cinco del Reino Unido, pero ningún español ni latinoamericano.
La noticia pone fin a la ansiedad general que aumentaba según pasaban las horas sin que se hallaran los restos del aparato.
Kenya Airways difundió ayer la lista completa de personas que embarcaron en el vuelo y anunció que asumirá los gastos de viaje y alojamiento en Camerún de dos familiares por pasajero.
También dio a conocer el historial del piloto del avión siniestrado, que llevaba diez años en la compañía, cinco de ellos como comandante y tenía más de tres mil horas de vuelo.