Arqueólogos rusos anunciaron el hallazgo de restos óseos en la región de los Urales que podrían pertenecer a dos de los hijos del último zar de Rusia, Nicolás II, que fue asesinado en 1918 junto a su familia por los bolcheviques.
"En el curso de unos trabajos de búsqueda realizados en julio y agosto se encontraron los restos de dos personas con signos de múltiples fracturas. Los arqueólogos de los Urales suponen que se trata de los restos del zarévich Alexéi y la gran princesa María", afirmó el arqueólogo Serguéi Pogorélov a la agencia Interfax.
Pogorélov, subdirector de investigaciones arqueológicas de la región de Sverdlovsk, dijo que las excavaciones fueron realizadas conjuntamente por expertos y aficionados a la arqueología.
Un documento que hasta hace muy poco era secreto permitió localizar el lugar donde se encontraron los restos óseos.
Según el arqueólogo, se trata de una narración detallada de Yákov Yurovski, quien dirigió el fusilamiento de la familia imperial rusa por orden directa de la dirección bolchevique.
Según los historiadores, Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos, entre ellos el príncipe heredero, Alexéi, fueron vilmente ejecutados en un sótano de la casa Ipatiev, en la localidad de Yekaterinburgo (Urales).