CANATLÁN, DGO.- Hay productores que en esta temporada perderán hasta el 70 por ciento de la cosecha de la manzana; aun así, se espera una producción generosa para el 2007, comentaron los productores Apolonio Muñoz Mijares y Raúl de la Paz.
A pesar de las contrariedades, como la enfermedad del “anillo de fuego” que se presenta en algunas huertas y del “tizón de fuego” que ha causado problemas desde hace tiempo a los fruticultores de Canatlán, se espera una mejor producción que el año pasado.
Los productores de manzana de Canatlán se enfrentan a contrariedades difíciles de solucionar; por ejemplo, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Durango (Cesavedac) aconseja que se evite regar los huertos del 15 de marzo al 15 de abril.
Irrigar los manzanos en dichas fechas influye de mala manera en la calidad del fruto; no obstante, a pesar de que los fruticultores estén dispuestos a acatar dicho señalamiento, existe un rol de productores con derecho al agua de riego que se debe cumplir.
Si los fruticultores no aprovechan el vital elemento cuando les corresponde, entonces ya no pueden regar en otra fecha, por lo cual, forzosamente, a quienes les toca el servicio en dicha fecha tienen que usarlo.
A pesar de dichas adversidades, Raúl de la Paz, quien también se desempeña como secretario del Ayuntamiento de Canatlán, comentó que en esta temporada se espera una buena cosecha de manzana, puesto que hay fruto de muy buen tamaño.
Para este 2007 se espera tener una producción de alrededor de dos millones de rejas de manzana de la mejor calidad, más que el año pasado que se cuantificaron 1.5 millones de unidades.
Hay buenas expectatvas para la fruticultura este año; empero, es necesario seguir tomando medidas para erradicar las enfermedades que merman la cantidad y calidad del fruto que ha dado popularidad a Canatlán por su buen sabor, agregó Raúl de la Paz.
Fruticultores por tradición
Apolonio Muñoz Mijares, productor de Santa Lucía, Canatlán, manifestó que en su localidad de residencia la fruticultura es una actividad con arraigo; “aquí el que no siembra manzanas enseña o hace las dos cosas”, mencionó.
Dijo que por tradición Santa Lucía es un lugar dedicado al cultivo, pizca y mantenimiento de la manzana, pues quienes no tienen sus huertos se emplean como jornaleros u hortelanos (empleados que se encargan de cuidar los huertos todo el año).
La docencia y fruticultura van de la mano en el pueblo, ya que quienes no se dedican a una cosa se desempeñan en la otra, o en las dos como en el caso del entrevistado, Muñoz Mijares, quien atiende cuatro huertas y es maestro jubilado.
