'Podemos intentar dejar de respirar y, entonces, seguro que no nos morimos de cáncer', ironizó el premio Nobel de Medicina Tim Hunt. (Archivo)
El oxígeno que respiramos está entre las causas de cáncer que no podemos evitar.
El premio Nobel de Medicina Tim Hunt, bioquímico británico, afirmó que algunas causas de cáncer son evitables "al cien por cien", como el tabaquismo, pero otras no, entre las que citó "el oxígeno que respiramos".
"Podemos intentar dejar de respirar y, entonces, seguro que no nos morimos de cáncer", ironizó Hunt, que participa en Bilbao (norte de España) en el ciclo de conferencias "Envejecimiento y cáncer", organizado por la Fundación BBVA y el CIC bioGUNE.
Este científico, que trabaja en un centro británico de investigación del cáncer, también se refirió a la creencia generalizada de que una alimentación sana, rica en verduras y frutas, constituye una fórmula para prevenir el cáncer, pero precisó que eso, "desgraciadamente, no está apoyado por la evidencia".
"Lo que se sabe es que si comes bien, vives más, y si vives más, tienes más posibilidades de tener cáncer", puntualizó.
Hunt detalló sus investigaciones sobre la relación entre el ciclo celular y el cáncer, y explicó que las células cancerígenas se alimentan del resto del cuerpo, por lo que "si pudiéramos llegar a comprender este proceso, lo que es muy difícil, podríamos evitar que estas células se alimentasen".
Sobre el descubrimiento de una medicina que cure el cáncer, dijo que le gustaría pensar que existe la posibilidad de hallar un "fármaco mágico", pero precisó que "es poco probable, por lo que sigue siendo cierto que si te encuentras con un bulto canceroso, lo mejor es extirparlo, siempre que se pueda".
Otro avance "muy importante", agregó, sería poder diagnosticar el cáncer a través de un análisis de sangre, una posibilidad que puede ser factible en el futuro, según Hunt, quien matizó, sin embargo, que "todavía estamos muy lejos porque los problemas técnicos a los que nos enfrentamos son formidables".
Esta prueba diagnóstica se basaría en que, cuando las células malignas se dividen de forma descontrolada, hay un aumento de las proteínas en la sangre que podría detectarse en las analíticas, y ofrecería como ventajas "un diagnóstico rápido y sencillo, y la evaluación del curso de la enfermedad".
Los dos problemas principales para establecer estos análisis en la detección del cáncer son "disponer de marcadores específicos y poder medirlos, ya que están presentes en condiciones diminutas".