Se quejan en Nuevo Ideal del burocratismo y corrupción en la administración de la justicia.
NUEVO IDEAL, DGO.- El burocratismo y corrupción son evidentes en la administración de la justicia, expresa Fernando Botello Urbina, quien fue agredido a golpes junto con María Orozco Prado dentro de su domicilio por Gerardo Ramírez Sermeño y no ha recibido un castigo ejemplar.
Los hechos se registraron desde el 20 de abril pasado y durante cuatro días estuvo tratando de interponer su denuncia ante el agente del Ministerio Público, Miguel Ángel Arellano Castro, pero hasta el martes de la siguiente semana logró exponer su queja.
Comenta que la denuncia fue por agresión física, allanamiento de morada, injurias y amenazas, pero el fiscal solamente consignó por lesiones, sin haber citado al ofensor a declarar, como si no hubiera delito alguno, ante lo cual Botello Urbina afirma que se trata de un funcionario corrupto.
El denunciante aprovechó una visita del Gobernador del Estado a Nuevo Ideal para presentarle el caso, ante lo cual le dio esperanzas de hacer justicia encomendando este hecho a otros funcionarios.
Pero Botello Urbina no logró entrevistarse con el Procurador, mostrando apatía a este hecho que también merece la atención de la justicia.
La Policía Preventiva se mostró voluntariosa para detener al agresor, pero no fue posible localizarlo, además el Procurador pidió a Marcela de Alva Stevenson –encargada de Asuntos Internos de esta instancia- que lo atendiera, pero luego fue enviado a otros funcionarios, mostrando claramente el burocratismo y falta de espíritu al servicio que el pueblo les encomienda.
Después de un peregrinar a la postre Miguel Arellano Castro de la agencia de Nuevo Ideal lo pasan al Ministerio Público adscrito al Juzgado de Canatlán, como un premio a su deshonestidad, añade Botello Urbina.
Comentó Botello que el problema con su agresor Gerardo Ramírez se debe a que exigía papeles de un lote de la colonia Libertad; aun cuando no está en posesión, ni lo ha pagado, considera que sin ninguna causa actuó en su contra con violencia, por eso exige que se proceda conforme a la ley.