EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- A una semana del homicidio de Jacinto Javier Téllez Serrano de 32 años, hombre que murió en circunstancias extrañas, luego de recibir un balazo en el pecho, en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) todavía se trabaja en la declaración de familiares, amigos, conocidos y vecinos del occiso.
Nora Élida Solís, coordinadora de Homicidios de la PGJE, señala que ya dialogaron con la secretaria que acompañaba a Téllez Serrano, en el asalto del que fueron víctimas los dos, un día antes de su muerte, registrada el miércoles 31 de enero del presente año.
Tampoco se han descartado líneas de investigación, siendo la más fuerte la derivada del mencionado asalto con violencia, cometido por dos sujetos armados afuera de las oficinas de una Notaría Pública de la zona centro, donde los ladrones lograron un botín de 380 mil pesos.
La línea pasional también está incluida dentro de las investigaciones y se logró establecer que Javier Téllez acudió solo a una tienda de conveniencia diez minutos antes de ser herido de muerte en la colonia Torreón Residencial.
Sobre la hipótesis de la mecánica del crimen, todavía se considera que probablemente el ejecutor estaba en el asiento del copiloto de la camioneta tipo van y que herido Javier, descendió del vehículo y cayó en el jardín de una placita, después se incorporó, tomó el volante y metros más adelante chocó contra una van.
Como se informó en su oportunidad, en el crimen inicialmente se tenían sospechas de un posible suicidio, toda vez que el herido tenía un arma de fuego entre sus piernas. Fue con el resultado de la prueba de radiosonato de sodio, como se logró establecer que el finado no había accionado ningún arma de fuego.
Fue a las 12:30 horas del miércoles 31 de enero, en la calle Gracia, entre las avenidas Nápoles y Turín, donde presuntamente fue herido mortalmente Javier Téllez, también conocido como ?La Gallina? o ?Aline?. Inicialmente, vecinos del lugar reportaron ?a una mujer que había chocado contra un vehículo estacionado?.
En la camioneta se encontró la ojiva de la que parece ser el arma calibre 32 que se aseguró en el lugar de los hechos. El residuo metálico estaba dentro de la bolsa ubicada en el respaldo del asiento del conductor. La bala tenía trayectoria de arriba hacia abajo y se alojó en el segundo espacio intercostal, con orificio de salida a la altura del omóplato, según el dictamen de Servicios Periciales de la PGJE, que también colabora en las indagatorias.
