Hijos de Reeve aprenden de la desgracia
WASHINGTON, EU.- Alexandra Reeve, hija del fallecido actor Christopher Reeve indicó ayer que tras el accidente hípico que en 1995 dejó tetrapléjico a su padre, su familia aprendió a vivir el amor en el seno de la misma sin basarlo en el afecto físico.
En una entrevista concedida a la cadena estadounidense de televisión ABC, Alexandra y Matthew Reeve indicaron que aprendieron “rápidamente que ser una familia no es sólo cuestión de contacto físico”.
A la familia, según explicaron ambos, les gustaba compartir tiempo esquiando, navegando o caminando.
Pero, según Matthew Reeve, tras el accidente de caballo que sufrió su padre, se vieron obligados a “rediseñar” su vida familiar.
“No es solo cuestión de abrazos. Para nosotros no era un tema de de contacto físico, pese que ello formó parte de nuestra vida durante mucho tiempo. Nos dimos cuenta de que la familia puede seguir estando ahí para unos y otros, solo a través de la voz, amándose unos a otros y compartiendo momentos”, dijo Alexandra, de 23 años, mientras su hermano, de 27, asentía.
“Papá casi no sobrevivió al accidente, por lo que sólo por el hecho de tenerle ahí y ser capaces de hablar con él, eso ya era en si mismo un regalo”.
Reeve fue padre de un tercer hijo, Will, fruto de su matrimonio con Dana Reeve, quien falleció en 2006 víctima de un cáncer de pulmón.
“Lo más admirable que aprendimos de papá y Dana fue que debíamos centrarnos en lo positivo, en vez de hacerlo en lo que no tenemos, para que veamos lo que poseemos y podríamos seguir haciendo juntos”, subrayó Alexandra.