Hipertensión, el ‘asesino’ silencioso
MÉXICO, DF.- Para algunos especialistas, la hipertensión es el “asesino silencioso” porque no duele ni provoca síntomas, pero otros prefieren verla como una “señal de alerta” del alto riesgo que existe de sufrir una enfermedad cardiovascular como infarto o accidente cerebrovascular. Los cuales son la primera causa de muerte en México, porque provocan el 30% de las defunciones en adultos mayores, según el Informe de la Situación Demográfica de México 2006, del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Pero ¿qué es la hipertensión? La Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como una enfermedad cuya manifestación “visible” son cifras de presión arterial de 140 para la presión sistólica o máxima y de 90 para la diastólica o mínima.
“Unos elevados índices de presión aislados no son sinónimo de enfermedad puesto que la presión cambia en diferentes lugares y por diferentes circunstancias. La hipertensión aparece cuando la presión elevada es sostenida en el tiempo y en diferentes situaciones”, señala el doctor Rafael Chávez Domínguez, jefe de Epidemiología del Instituto de Cardiología Ignacio Chávez.
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias cuando circula por ella hacia el corazón. Hace falta una determinada presión para que la circulación se produzca con normalidad, como las arterias son elásticas pueden adaptarse a diferentes situaciones. “Es el incremento sostenido de la presión arterial lo que provoca alteraciones en la arquitectura de las arterias y del corazón, de tal manera que puede provocar en el paciente problemas cardiacos como infarto o insuficiencia cardiaca; insuficiencia renal y accidentes cerebrovasculares (ACV)”, apunta el cardiólogo.
Una encuesta realizada en el año 2006 por la farmecéutica Merck Sharp & Dohme (MSD) sobre hipertensión en países de América Latina, incluyendo México, evaluó el conocimiento sobre el Accidente Vascular Cerebral (AVC), su prevención, consecuencias e impacto en el paciente y su familia. Las entrevistas se realizaron en lugares públicos de la Ciudad de México y reveló que el 91% de los encuestados manifestó que el ACV puede prevenirse, pero sólo el 5% incluyó en sus respuestas el control adecuado de la presión arterial entre las medidas para evitarlo.
La genética, el estrés, tabaquismo y sobre todo el elevado consumo de sal son las causas que se relacionan con los pacientes hipertensos. Además a mayor edad, más riesgo hay de padecerla.
Se dice que uno de cada 3 mayores de 18 años es hipertenso, aunque más de la mitad lo desconoce. Así que la hipertensión arterial es una de las enfermedades crónicas de mayor prevalencia en México.
Los costos económicos asociados al tratamiento de esta enfermedad y sus complicaciones representan una carga para los pacientes, las familias y los servicios de salud. El gasto anual en hipertensión arterial equivale al 13.95% del presupuesto destinado a la salud y al 0.71% del PIB, según el estudio el Costo de la Atención de la Hipertensión Arterial y su Impacto en el Presupuesto Destinado a la Salud en México, de Enrique Villarreal Ríos y Álvaro Mathew Quiroz, del Instituto Mexicano del Seguro Social de Monterrey.
Para tratar de evitar el impacto de la hipertensión, se aprobó en 2000, la Norma Oficial Mexicana NOM-030-SSA2, que estableció los procedimientos para la prevención, tratamiento y control de la hipertensión arterial en el ámbito público, social y privado.
Esta norma sobre todo incide en la prevención dirigida por una parte a la población general y otra, a las personas en alto riesgo de desarrollar la enfermedad, como por ejemplo los hijos de padres hipertensos.
En la actualidad hay “toda una pléyade de medicamentos”, señala el doctor Chávez, que garantizan al enfermo hipertenso una buena atención. “Son tan buenos y prácticos que hay quienes señalan que no hay que preocuparse por la hipertensión, pero lo cierto es que a pesar de que se dispone de ellos no se utilizan adecuadamente”, añade.
En España se acaba de presentar el libro “Prevención de la progresión de la enfermedad cardiovascular. Importancia del cumplimiento terapéutico”, bajo los auspicios de la Sociedad Española de Hipertensión- Liga Española para la lucha contra la hipertensión arterial (SEH-LELHA), en el que precisamente se aborda el problema del mal cumplimiento y se concluye que la ausencia de una buena comunicación entre médico y paciente es la principal causa del abandono del tratamiento.
“La comunicación es el factor fundamental para lograr el apego al tratamiento”, señala el doctor Rafael Chávez, y para ello el médico tiene que dedicar tiempo al paciente para que conozca su problema y lo acepte; tiene que aprender a escucharle, conocer sus circunstancias sociales, debe interesarse por las dificultades que puede tener para realizar un tratamiento correcto y ofrecerle, en lo posible, soluciones”.