A pesar de las intervenciones de la Reserva Federal, los mercados financieros se mantienen nerviosos. (Archivo)
MÉXICO, DF.- Las señales de alerta ante más tormentas eléctricas no han cesado, el piso mexicano borra parte de la recuperación que registró el viernes cuando la Fed informara de su decisión de reducir 50 pb la tasa de mercado abierto. La compra de títulos “asegurados” con deuda hipotecaria continúa por parte de la Fed de Nueva York, en tanto que la tasa de fondeo se aleja del objetivo de la Fed. La información corporativa de EU sigue dando de qué temer y aumenta la presión por todos aquellos activos riesgosos.
La información de empresas hipotecarias de EU fue nuevamente la responsable de los malos augurios que pesaron sobre el mercado y que generaron que en Nueva York, pese a toda la volatilidad, un cierre con pocos cambios pero mixto.
En la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) las cosas tuvieron un tono similar, el Índice de Precios y Cotizaciones, su principal indicador bursátil, no sabía bien dónde aterrizar, merodeó cotizaciones superiores a los 28,700 enteros, pero también cayó hasta las 28,300 unidades, con lo que se denota la volatilidad y la incertidumbre que priva en los mercados. Al cierre el indicador retrocedió 0.20 por ciento o 57.11 para cerrar en las 28,453.55 unidades.
Si bien una ligera caída era de esperarse dadas las fuertes ganancias del viernes, es necesario recordar que la volatilidad con sesgo a la baja persistirá en estos días, sin información económica relevante en Estados Unidos los anuncios relacionadas con bancos y demás eslabones de la cadena hipotecaria y crediticia de EU continuarán siendo el viento por el cual se muevan los mercados.
Ayer dos empresas dieron el mal detalle al comentar que han decidido iniciar un proceso de recorte de nómina, una de ellas Countrywide y la otra SunTrust, principal hipotecaria de EU y séptimo banco de aquel país. Los daños colaterales de esta crisis son cada vez más temidos y aumentan los riesgos de que el mercado aún necesite más ayuda por parte de la Fed para contener las pérdidas de muchas empresas que ya sufren las deterioradas condiciones crediticias en el mundo.
Además se notó que la recompra de títulos de largo plazo no encontraron postores y permanecieron ilíquidos a pesar de la inyección de dinero que realizara el banco central continuara. Esta noticia también aumentó los miedos del mercado y llevaron a la tasa de bonos de 10 años a 4.64 por ciento.