(CUARTA PARTE)
Centro de Desarrollo para Personas Ciegas y de Visión Baja
Lo positivo de salvar una vida, lo negativo de no detectar las consecuencias y lo grandioso para salir adelante.
Aquí en Torreón, hasta antes de Nov. de 2002, no existía un centro dedicado a atender específicamente las consecuencias de esta enfermedad: la ceguera infantil, por Retinopatía del Prematuro (ROP). No se conocían datos específicos sobre la cantidad de niños ciegos a consecuencia de esto. Al inicio de la fundación de Ver Contigo, empiezan a presentarse continuamente infantes con este diagnóstico.
Cuando la trabajadora social, me informa sobre la solicitud de ingreso de un nuevo bebé, mi primera pregunta es: -¿cuál es su diagnóstico?-, y sí, contesta ?Retinopatía del Prematuro-. Esta respuesta es para mí desmotivante, ya que en cuestión médico-humano, todavía estamos atrás unos cuantos años.
NIÑAS Y NIÑOS INNECESARIAMENTE, CIEGOS
Datos estadísticos:
En 2003, cuando iniciamos operaciones en VC, del total de infantes con diagnóstico de ceguera, el 64 por ciento son por ROP. Ningún infante de visión baja ingresa en este año.
En 2004, el 84 por ciento del total con diagnóstico de ceguera lo hacen por causa de ROP. De visión baja ingresa el 14 por ciento por ROP.
En 2005, el 80 por ciento de los infantes con ceguera, ingresan por ROP. El 33 por ciento de visión baja son por ROP.
Y, en el 2006, el 50 por ciento de infantes con ceguera lo son por ROP, y el 44 por ciento de visión baja por ROP.
Sin embargo, del 2003 al 2006 se han registrado un total de 81 niños. En el caso de infantes desde tres meses de nacidos hasta siete años, con diagnóstico de ceguera, el 68 por ciento son ciegos por ROP. Por otro lado, infantes con diagnóstico de visión baja, de edades entre tres meses de nacidos y 13 años de edad, el 28 por ciento, lo son por ROP. Como conclusión, observamos que del 2005 al 2006, se ve disminuida la población de infantes con ceguera por diagnóstico de ROP, y por otro lado vemos en aumento los niños de visión baja por ROP. Además, de un total de 81 niños con ceguera y visión baja que han ingresado a Ver Contigo, el 47 por ciento de infantes, son niños que NO deberían de padecer ninguna discapacidad visual.
Recuerdo, que el prestigiado oftalmólogo, Dr. Felipe de Alba Castilla, director del Departamento de Cirugía Vítreo y Retina, de la Universidad de Loyola en Chicago, Illinois, EU, que junto con el pediatra-neonatólogo, Dr. Ricardo Acosta, me apoyaron en dos ocasiones, con la conferencia ?Detección Oportuna de Retinopatía del Prematuro en Neonatos?, primero en el auditorio del Sanatorio Español y después en el auditorio del Seguro Social. Ante un número parcial de médicos pediatras-neonatólogos de la Región Lagunera, expuso el Dr. de Alba, además de investigaciones, métodos, etc., realizados por él en EU, que sólo se trata de tener la iniciativa y la disposición de realizar los procedimientos necesarios. Si el bebé reúne las tres condicionantes que he mencionado, es el pediatra-neonatólogo quien debe de propiciar una revisión por un oftalmólogo, aunque el bebé se encuentre en condiciones serias dentro de la incubadora, ya que el equipo a utilizar no interfiere en lo más mínimo en su recuperación y la revisión puede durar unos cuantos minutos. ¡Esto sería todo!
Por aquel entonces, me enteré que un grupo de médicos del Seguro Social en Torreón, motivados por el Dr. Rubén Cárdenas, hijo, estaban empezando a preocuparse por esta población de neonatos. Así fue como a partir de 2005, nos empiezan a llegar un mayor número de niños con visión baja por esta enfermedad. Mi afán, de que la historia no se repitiera en bebés prematuros, pues, al detectarles a tiempo, operándoles y con lentes, su proceso no será tan delicado como el de un niño ciego y su familia. Mi afán, rendía frutos, y claro mi experiencia serviría para que ya no pasen más padres y bebés, por lo que mi esposo, yo y nuestro Manolo hemos pasado, y que, se pudo haber evitado.
Ahora necesitamos que más médicos tengan la iniciativa de preocuparse más por la calidad de vida, después de haberla salvado, para evitar que más bebés lleguen a ciegos y además evitar que el mayor número de ellos no llegue siquiera a desarrollarla, con la regulación del oxígeno.
Hasta aquí todo el trabajo realizado, por nuestros médicos voluntarios, el personal, nuestros colaboradores, para que tan sólo a un niño le evitáramos la ceguera, ¡ha valido la pena!, pero, aún falta más por hacer, evitar que, más niñas y niños de nuestra Región Lagunera, sean, innecesariamente ciegos.
¡Ver por la vida, sí, claro!
¡Pero que esa vida después de salvarla, sea de calidad!
cecilia.cardiel@vercontigo.org.mx
