Miles de cubanos rindieron ayer homenaje a Vilma Espín, figura histórica de la revolución y esposa del presidente en funciones de Cuba, Raúl Castro. (EFE)
Miles de cubanos rindieron ayer homenaje a Vilma Espín, figura histórica de la revolución y esposa del presidente en funciones de Cuba, Raúl Castro, fallecida el lunes en La Habana a los 77 años tras una larga enfermedad.
Raúl Castro fue el primero en acudir al Memorial José Martí de La Habana, donde recibió las condolencias de altos cargos del Gobierno y el Partido Comunista, como el vicepresidente Carlos Lage y el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón.
Mientras, miles de personas, muchas de ellas portando flores, aguardan turno para despedir a Vilma Espín en la Plaza de la Revolución y en el Monumento a Antonio Maceo, en Santiago de Cuba, su ciudad natal.
Cuba amaneció con banderas a media asta en edificios públicos y establecimientos militares en señal de duelo por la muerte de Espín, que pasó de la lucha clandestina en el oriente del país a desempeñar un discreto papel como primera dama.
Los diarios de la isla publicaron ayer en primera página el comunicado oficial que informó de la muerte de la “heroína de la clandestinidad y combatiente destacada del Ejército Rebelde”.
Vilma Espín “pasa a ser un ícono revolucionario”, señaló ayer el diario oficial “Granma” que dedicó sus páginas centrales a su figura.
Los homenajes populares, que se extendieron por todo el país, se prolongaron hasta entrada la tarde y el duelo concluyó a las 22:00 horas locales.
Las autoridades rindieron homenaje a Espín en una velada solemne organizada en el teatro Karl Marx de La Habana, con la asistencia de dirigentes del país y representantes de distintos sectores sociales.