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Hugo Sánchez, de las 'cascaritas' al timón tricolor

CONVICCIÓN | HUGO SÁNCHEZ SIEMPRE SE HA PREOCUPADO POR SER EL MEJOR.

EL UNIVERSAL

Afirman que el motor de su éxito es la vanidad, pero lo cierto es que nació con talento y voluntad.Tiene que demostrar que el ?ya merito? no se parece al triunfo. Su máximo ídolo no es Pelé sino Jesucristo.

MÉXICO, DF.- ?Hugo Sánchez era el líder de los niños que aquí jugaban todas las tardes; tenían marcada la cancha con pintura de aceite amarilla?, dice la señora Teresa Navarro, quien ha trabajado durante más de 40 años en un pequeño salón de belleza ubicado frente a un estacionamiento de escasos 30 metros cuadrados, donde el ?Pentapichichi?, y actual entrenador de la Selección Mexicana, hizo sus pininos futboleros.

A unos cuantos pasos, frente a la casa de la colonia Jardín Balbuena, donde creció el ?Niño de Oro?, está el estudio Foto Click; en una de las paredes puede verse al ex futbolista acompañado de su actual esposa, Isabel, y de las gemelas que ambos procrearon (antes había tenido dos hijos con Emma Portugal). Tomó la instantánea Alejandro Vélez, amigo de la infancia del goleador, quien lo recuerda jugando con una pelota en la calle o dando brincos en el tumbling del área de gimnasia de la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca. Herlinda Sánchez, su hermana, participó como gimnasta en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976; Hugo también fue a esa justa deportiva como parte del equipo mexicano de futbol, que pasó sin pena ni gloria.

La pasión infantil por el futbol y el placer de ejecutar piruetas desde temprana edad fueron ingredientes básicos en la conformación del goleador que triunfó en uno de los clubes más importantes del mundo, el Real Madrid. Si las cosas salen como él espera, en Sudáfrica 2010, podría alcanzar como técnico el éxito que nunca obtuvo como seleccionado en campeonatos mundiales.

Laberinto de la soledad

De la plancha de cemento de un retorno de Avenida del Taller al césped mítico del Santiago Bernabéu hay un abismo. En ese largo y sinuoso camino hubo muchas cascaritas, el anhelo de imitar futbolísticamente a sus hermanos mayores (Héctor y Horacio), el paso por las fuerzas básicas de Pumas, 80 partidos internacionales como amateur, un resonante triunfo juvenil en el Mundial de Cannes 1975, debut profesional con el equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la obtención de dos títulos de liga, un campeonato de goleo en México compartido con Evanivaldo Castro Cabinho, un contrato con el equipo San Diego Sockers, otro con el Atlético de Madrid y, finalmente, una firma con el Real Madrid.

¿Cuál fue la razón principal de que este periplo culminara en un triunfo? Recientemente, Jorge Valdano escribió en el diario deportivo español Marca: ?En algunos casos el motor del éxito es exclusivamente el talento, en otros la voluntad; en el caso de Hugo Sánchez es la vanidad. Creo que si el pueblo (mexicano) tiene poca autoestima es porque está mal repartida; se la quedó toda Hugo?.

Jorge Valdano acierta al señalar la vanidad del gran goleador mexicano como motor de su éxito, pero es un hecho que nació con talento y con la voluntad para alcanzar sus objetivos; desde que jugó con los Pumas solía quedarse una hora más que sus compañeros para practicar jugadas especiales, y esa costumbre lo acompañó a lo largo de toda su carrera como futbolista. Además, es un hombre que se apoya en la fe, y para él su máximo ídolo no es Pelé, sino Jesucristo.

Otro mexicano que jugó en el extranjero, Manuel Negrete, así ve el individualismo de Hugo Sánchez: ?Hizo bien. Yo llegué a Europa queriendo hacer grupo, pero después entendí que hay que ser más canijo. Uno como mexicano tiende a ser buena onda; si alguien quería ejecutar un tiro libre, yo lo dejaba. Con el tiempo aprendí a valorar más mi trabajo?.

En España, Hugo Sánchez ganó un título de goleo con el Atlético de Madrid y cuatro con el Real Madrid, pero no todo fue miel sobre hojuelas. Cuando llegó con los Colchoneros, el público le gritaba: ?Indio cab..., te vas al paredón?. Como contraste, en 1990 obtuvo su último Pichichi (y de paso el Botín de Oro europeo) anotando 38 goles; en aquella ocasión declaró: ?A ver quién es el macho que en el futuro anota tantos goles como yo en una temporada?. Luego de dejar a los merengues (con los que ganó cinco títulos de liga consecutivos) jugó con América, Rayo Vallecano, Atlante, Linz de Austria, Dallas Burn y Atlético Celaya (junto a Michel y Butragueño).

EL HOMBRE POLÉMICA

Aunque Hugo Sánchez es el futbolista más admirado en la historia del futbol mexicano, sus detractores afirman que no entra en la categoría de ídolo, como Enrique Borja o Rubén Olivares. Es un hecho que no tiene las buenas maneras del primero ni la simpatía del segundo. Recientemente, Carlos Alazraki le dijo en televisión que mucha gente lo consideraba ?muy mamón?; él se defendió diciendo que una figura pública a veces no tiene tiempo de atender a toda la gente que se acerca. En otras ocasiones ha comentado que no le gusta pedir las cosas ?por favorcito? ni decirle ?salecita? a la sal ni ?pancito? al pan, tal como se acostumbra en México; eso lo aprendió en España, de donde trajo un ceceo que actualmente ha desaparecido de su dicción.

Quienes no lo quieren afirman que durante su estancia en Europa se afiló la nariz, los pómulos y el mentón. En su momento, Fernando Marcos utilizó su típico sarcasmo para atacar a Hugo, a quien tildó ?hijo de Sancho?, en alusión al origen de su apellido; antes, el futbolista se había referido con ironía a la edad avanzada del comentarista. Por su parte, José Ramón Fernández pensó que el goleador había influido para que Televisa transmitiera en México los juegos del Real Madrid, y desde entonces se ensañó con él; Hugo luego habló de gente ?mal nacida? al referirse a quienes difundieron el asunto de los cachirules, lo que provocó la ausencia de México en Italia 1990. Creyéndose merecedor de la dirección técnica de la Selección Mexicana, sobre todo después de ganar dos títulos como timonel de Pumas, Hugo bombardeó el proceso de Antonio La Volpe al frente del Tri. Luego se supo que la asesora de feng shui del argentino consideraba al Pentapichichi un hombre que envidiaba el título mundial que el ex arquero alcanzó en México 1986.

Seguramente, Hugo Sánchez no envidia por eso a La Volpe, ya que este último era el tercer portero de la selección albiceleste, pero es innegable que su paso por los mundiales no tiene nada que ver con el éxito: formó parte del equipo de José Antonio Roca en el desastre de Argentina 1978, participó en el premundial de Honduras donde se perdió la calificación rumbo a España 82, falló un penalty ante Paraguay en el México 1986 (a pesar de que en un anuncio de refresco de cola metía un tiro similar) y no participó en la serie de penales contra Alemania porque estaba literalmente acalambrado.

Finalmente se quedó calentando cuando Bulgaria eliminó a México en Estados Unidos 1994; luego de muchos años de silencio, Mejía Barón dijo públicamente que no lo metió porque Hugo se empeñaba en decir lo que él mismo debía hacer tácticamente dentro de la cancha, en contraposición a lo que ordenaba el técnico.

Actualmente, Hugo está al frente de la Selección para tratar de cubrir su asignatura pendiente en el Tri. A ver si es tan macho para convencer a los jugadores de que el ?ya merito? no se parece al triunfo.

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Escrito en: Hugo Sánchez

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