Con fuegos pirotécnicos y juego de luces, los Vaqueros Laguna dieron la bienvenida a la temporada 2007 de la Liga Mexicana de Beisbol, en el estadio de la Revolución. (Fotografías de Jesús Galindo López)
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- En un Parque de la Revolución pletórico de cientos de aficionados, fue inaugurada oficialmente la campaña 2007 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), para dar paso posteriormente al duelo entre Vaqueros Laguna y Acereros de Monclova.
Simplemente majestuoso fue el arranque de la temporada en el inmueble de la Juárez, en la cual los refuerzos llegados para el presente año, hicieron que los amantes al Rey de los Deportes, simplemente abriguen esperanzas de play off, del gran trabuco que dirige Marco Antonio “Buzo” Guzmán.
A tal grado fue la entrada en el parque de beisbol, que los asistentes que colmaron el área de butaca libre, lo hicieron también en la zona destinada para la prensa, por lo cual los representantes de los medios de comunicación, no les quedó más remedio que realizar su labor periodística en los pasillos o escaleras.
La ceremonia de inauguración fue muy puntual, ya que el sonido local a través de la voz oficial de Armando Cobián, anunció los honores a la bandera, para después dar paso al himno nacional, el cual fue entonado por el cantante lagunero Benny Peralta.
Llegó el lanzamiento de la primera bola, la cual fue arrojada simultáneamente por el alcalde Torreón José Ángel Pérez, el campeón mundial supermosca Cristian Mijares, así como los empresarios Eduardo Tricio y Ramón Iriarte.
Posteriormente el alumbrado fue apagado en su totalidad, para dar paso a la presentación del line-up de la nave naranja, los cuales a través de unas pequeñas grúas, subieron a una altura de diez metros, para que fueran vistos por los espectadores.
Uno a uno los jugadores fueron ovacionados, así como el manager, para dar paso a la pirotecnia previamente preparada por la directiva local, iluminando así el cielo lagunero de colores, así como de un sonido ensordecedor con el estallido de los petardos.
Las luces jugaron un papel fundamental en todo el campo, con una iluminación que reflejaba la gran fiesta que se vivía en el estadio, con una afición ya entregada minutos antes de cantarse el playball en esta plaza de la Zona Norte.
Tanto la directiva como las firmas patrocinadoras, regalaron todo tipo de artículos a los asistentes, además que unas grandes pelotas de plástico en color naranja, circularon a lo largo y ancho de las tribunas, con el delirio de los aficionados, que agradecieron con gritos este gesto para la diversión de chicos y grandes.
Ya con las candilejas del inmueble totalmente encendidas, los equipos comenzaron su respectivo calentamiento sobre el terreno de juego, al mismo tiempo que los aficionados se acomodaban en sus lugares, para disfrutar el juego de pelota en compañía de bebidas refrescantes, las infaltables semillas y los tradicionales lonches de carne adobada.