De acuerdo con especialistas en nutrición del ISSSTE, los hijos generalmente imitan los hábitos alimenticios de sus padres, por lo que los progenitores deben tener mayor cuidado en el tipo de comida que consumen.
El Siglo de Durango
Los padres de familia deben ajustar su régimen nutricional cuando exista obesidad o sobrepeso ya que los hijos asumen por imitación los estilos de vida y alimentación de los progenitores, advirtieron especialistas en nutrición del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Laura Buen Abad, jefa de la Unidad de Educación Nutriológica Continua de la Escuela de Dietética y Nutrición de este instituto, dijo que por lo general si los padres tienen problemas con su peso, los hijos los van a reproducir el esquema, sólo que a una edad más temprana.
Dijo que de ahí la importancia de realizar un consumo balanceado de los alimentos, incluyendo las frutas y verduras dentro de la dieta alimenticia diaria.
Sin embargo, estos productos no deben asociarse a la idea de una enfermedad ya que es común hacer referencia a las verduras como “comida de enfermos”, concepto que en los niños queda muy grabadaoy provoca aversión.
Comentó: “Viene el rechazo inmediato de consumirlas pero no porque sean desagradables, sino porque se les relaciona con una situación desagradable como es la pérdida de salud”.
Consideró que si a nivel familiar se incluyen estos productos naturales como parte de la dieta diaria, los pequeños las consumirán sin mayor problema el resto de su vida; por el contrario, si se les alimenta con papillas en sus primeros años y después se suprimieron porque nadie en la familia come verduras en forma regular, es lógico que los niños no las vuelvan a pedir por sí mismos, añadió.
Buen Abad manifestó que se trata de integrar a los niños a las dietas familiares, “pero tiene que ser una dieta correcta, el consumo de frutas y verduras es algo que se insiste mucho con los niños, pero primero hay que insistirlo con los padres”, enfatizó.
Aseguró que como adultos tienen que integrar frutas y verduras en cada una de las comidas; “en el desayuno, en la comida y en la cena se debe tener una pieza de cada grupo”, aclaró.
Con estos hábitos y ejemplos, los niños aprenderán fácilmente a incorporar frutas y verduras en su alimentación cotidiana, costumbre que seguirán el resto de su vida, pero lo más importantes es que su consumo puede ayudar a prevenir y hasta evitar padecimientos crónico-degenerativos, expuso la especialista en nutrición.
Dijo que mediante una alimentación balanceada se puede evitar desde la obesidad hasta males como los cardiovasculares, diabetes, padecimientos gástricos y daños a diversos órganos.
Finalmente, comentó que últimamente la moda tiende a hablar de ensaladas y, en realidad, en la tradición de las comidas mexicanas, las verduras siempre estuvieron incluidas en los guisados, mezclando incluso sabores, colores y aromas que hacen muy atractivos los platillos, “ésa es una forma fácil de incluirlas en el gusto de los niños”, apuntó.
Prevención
Con una alimentación adecuada se pueden prevenir algunas enfermedades como:
- La obesidad.
- Cardiovasculares.
- Diabetes y padecimientos gástricos.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
