La mujer quedó casi ciega por el embarazo.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Polonia por haber impedido abortar a una mujer cuyo embarazo estaba agravando seriamente su miopía, y que se ha quedado casi ciega a causa del parto.
El Tribunal, que no entró a valorar si el aborto es un derecho protegido por el Convenio Europeo de Derechos Humanos, consideró que la legislación polaca, aunque autoriza la interrupción terapéutica del embarazo en caso de amenaza para la salud de la madre, carece de mecanismos efectivos que permitan establecer de forma clara si se dan las condiciones para proceder a la misma.
En su sentencia, los jueces concluyeron que el Estado polaco infringió el derecho al respeto de la vida privada de la demandante, Alicja Tysiac, que como consecuencia del último embarazo objeto del contencioso ha tenido que ser declarada inválida, no puede ver a más de 1,5 metros de distancia, lo que puede transformarse en una ceguera, tiene a cargo sola a sus tres hijos y su pensión es del equivalente de 140 euros al mes.
Los hechos remontan a febrero de 2000 cuando Tysiac, que ya sufría una severa miopía, descubrió que estaba embarazada y tres oftalmólogos y un médico generalista certificaron que seguir adelante con la gestación le hacía correr riesgos con sus problemas de retina.
En abril de ese año, y pese al empeoramiento de su miopía (24 dioptrías en cada ojo), el responsable del departamento ginecológico del hospital de Varsovia al que había acudido para abortar dictaminó que no había razones médicas que justificaran la interrupción terapéutica del embarazo.
Con el parto, que como en los dos embarazos anteriores tuvo que hacerse por cesárea, la vista de la mujer (nacida en 1971) se deterioró a causa de lo que se diagnosticó como una hemorragia de retina. Un colegio de médicos certificó que su estado requiere asistencia diaria y le reconoció un estatuto de invalidez.
La demanda de Tysiac contra el médico que le había impedido abortar fue archivada, y en enero de 2003 recurrió al Tribunal de Estrasburgo, que ahora le ha dado la razón en que sus temores a un agravamiento de su miopía "no se pueden considerar irracionales".
Los magistrados europeos insistieron en que en Polonia se disuade a los médicos de permitir un aborto, aunque está autorizado en casos de riesgo para la madre, y uno de los mecanismos es "la ausencia de procedimientos transparentes" y la amenaza de sanciones penales.