Alrededor de 300 personas, entre ellos integrantes del Movimiento Familiar Cristiano de Tlaxcala y la Unión Nacional de Padres de Familia, protestaron ayer en las escalinatas de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal contra la iniciativa para despenalizar el aborto en la capital del país. (El Universal)
Destacan jerarcas de la Iglesia católica postura de Calderón a favor de la vida.
Para frenar la iniciativa de despenalización del aborto en el Senado, la Iglesia católica impulsa un plan de protesta en todo el país.
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar, llamó a la feligresía católica de todo el país a unirse a las movilizaciones en rechazo al aborto.
“Las parroquias están invitando a los feligreses, como yo en mi parroquia estoy invitando a que acudan y también en otros puntos de los estados”, dijo el Obispo de Texcoco.
En conferencia de prensa, Aguiar Retes reveló además que sostendrán encuentros con legisladores locales y federales a fin de evitar que aprueben esta Ley. Admitió que de aprobarse en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal existe el riesgo de que otros estados busquen también aprobarla.
“Tenemos que actuar. Estamos apoyando al Arzobispado, se trata de una iniciativa local, es una legislación en la ALDF pero que repercute a lo nacional, si se abre una puerta en un congreso va haciendo eco en los otros congresos y es mejor tratar de atajarlo desde un principio”, agregó.
Asimismo defendió el derecho que la Iglesia tiene para opinar respecto al proyecto de Ley y advirtió que nadie puede callar a los ministros de culto, toda vez que vivimos en un estado democrático.
“Queremos construir un país democrático, la Iglesia está dispuesta a entrarle al diálogo, eso es lo que quiere, no a la imposición de leyes porque hay una mayoría, ojalá y esto se dé”, dijo.
Aguiar Retes precisó que los líderes religiosos no están queriendo imponer nada, pues las reflexiones que han hecho son basadas no sólo en la fe, sino en el respeto a los derechos humanos.
El prelado llamó a las autoridades locales y federales a poner atención a la Educación Sexual y no pretender crear una Ley que no soluciona un problema de fondo.
Por su parte, el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, señaló que la Iglesia católica del país sí tiene personalidad jurídica para intervenir en el debate sobre la despenalización del aborto. Onésimo Zepeda incluso corrigió a los legisladores el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que señalaron que la jerarquía católica no podía intervenir en la discusión, pues uno de los asambleístas comentó que el Estado es laico.
“Ahí se equivocan, el Estado no es el poder, el Estado es la población, territorio y gobierno; si se refiere al gobierno éste sí es laico, pero éste también reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia”, dijo.
A su vez, Antonio Chedraoui, arzobispo de la Iglesia ortodoxa reiteró que están en contra de la práctica del aborto, pues representa, dijo, un asesinato.
Protestan contra las reformas
Mientras tanto, los grupos que rechazan las reformas en materia de aborto salieron ayer por primera vez a las calles de la Ciudad de México para protestar en contra de esa propuesta que se discute en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
De entrada, lograron que los recibieran diputados promotores de esa iniciativa, quienes se comprometieron a analizar los planteamientos de los inconformes durante la discusión del dictamen.
Pero este primer encuentro entre las partes no fue nada cordial, menos cuando al tomar la palabra, el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Guillermo Bustamante, soltó a rajatabla:
“Ustedes los diputados, si tuvieron la oportunidad de presentar esa iniciativa, es porque su mamá los dejó vivir”.
Los diputados Jorge Carlos Díaz Cuervo, de Alternativa, y Tonatiuh González, del PRI, no se inmutaron. Ambos, promotores de la iniciativa, fueron los encargados de recibir a los dirigentes de los grupos inconformes, pero también de recibir las arengas de los 300 manifestantes, quienes desde el exterior del recinto de Donceles y Allende les gritaban: “¡Asesinos, asesinos!”.
El calificativo caló hondo entre los dos asambleístas, pues durante la reunión con los dirigentes de aquellos grupos les pidieron que los dejaran de llamar así. “No somos asesinos, esos calificativos no abonan a la discusión. También estamos a favor de la vida y por supuesto que estamos en contra del aborto, pero la mejor forma de atacarlo es sacándolo de la clandestinidad”, dijo Jorge Carlos Díaz Cuervo.
La petición de los asambleístas encontró la mesura de algunos asistentes, como Armando Martínez, presidente del Colegio de Abogados Católicos, y de Alejandra Garrido, de la organización Dignidad Ciudadana.
Al final, todos acordaron que no era el lugar para debatir y los inconformes lograron exponer su propuesta, como incrementar el personal médico en la red de hospitales públicos, que oriente y atienda a la mujer en temas de salud reproductiva; que se elabore un programa de apoyo económico para las mujeres pobres con hijos menores de 10 meses, y que se incluya a todas las voces en la discusión.