La gente evita actos egoístas no por obtener una recompensa emocional, sino al contrario, la gente es buena porque corresponde a las necesidades y acciones de los demás.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, D.F.-Esto de acuerdo a un estudio reciente elaborado por el profesor de psicología, Scott Huettel, del Centro Médico de la Universidad de Duke, Carolina del Norte, en un reporte publicado en "Forbes.com".
Su compañero, el científico Dharol Tankerley, consideró que el altruismo respondía a un acto del cerebro relacionado al de las premiaciones; sin embargo, la región ubicada en la corteza temporal superior posterior (pSTC), dedicada a las intenciones y los actos, fue la que encontró mayor motivación para las acciones de buena voluntad.
Su estudio se basó en un grupo de personas que tenían por objetivo resolver un rompecabezas en una computadora. El reto, además, consistía en que en algunas ocasiones era la máquina quien realizaba el trabajo por sí sola y, en otras, los dos interactuaban.
Incluso, los juegos sumaban recompensas personales o actos de caridad.
Hacia el final, a los concursantes les aplicaron un cuestionario para que calificaran sus niveles de egoísmo o de altruismo. Los investigadores encontraron que la actividad en el pSTC se incrementaba cuando los participantes observaban a las computadoras jugar por su parte. "Esto les dio una idea de diligencia, observar que alguien más jugaba. Era como si pensaran 'la computadora presionó el botón, seguramente alguien más lo hizo'", enfatizó Huettel.
Esto, de acuerdo al científico, les llevó a determinar que el sentimiento altruista puede basarse en el entendimiento básico de que las necesidades y motivaciones de los otros pueden ser similares a las nuestras.
"No se trata exactamente de empatía. Creemos que el altruismo tiene una raíz por fuera, como un sistema". Por ahora, Paul Sanberg, del Centro de Excelencia para el Envejecimiento y Reparación Cerebral, de la Universidad de Medicina de Florida, ha manifestado que este estudio ha logrado un gran avance en las relaciones que existen en diferentes regiones del cerebro, pero que aún hay detalles por resolver.