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CANNES, FRANCIA.- El cineasta Alejandro González Iñárritu aseveró en el marco del Festival de cine de Cannes que sigue y seguirá siendo un realizador mexicano, pese a estar cada vez más vinculado a Estados Unidos.
“Yo he sido un director mexicano y soy mexicano y seguiré siendo mexicano”, declaró en entrevista el director de Babel, quien asiste a la 60 edición del Festival de Cannes en calidad de invitado por parte los organizadores.
Iñárritu subrayó que “todos mis proyectos desde el primero Amores Perros hasta Babel, son proyectos míos, pedidos, desarrollados, producidos y dirigidos por mí”.
El director precisó que tuvo “la fortuna de colocar estratégicamente con los socios ideales en el mundo entero y con los estudios americanos” sus películas.
Pero “jamás he trabajado para un estudio norteamericano”, subrayó González Iñárritu, quien se ha instalado en Estados Unidos y en sus últimas películas rodó con numerosos actores estadounidenses.
“¿Cómo voy a ser norteamericano? Ese tipo de nacionalismos... por venir de otro país, si a uno se le acusara de cambiar de nacionalidad por haber cambiado de país, la gente que viviera en cuatro países qué sería”, preguntó Iñárritu.
“Yo sigo siendo (un cineasta y un ciudadano) mexicano, la nacionalidad no cambia dependiendo de la geografía donde se viva. Me parece muy tonto”, dijo al rechazar los comentarios que se han realizado sobre un eventual cambio de su estilo de cine y sobre él mismo desde que rueda en Estados Unidos.
Iñárritu, quien el año pasado fue premiado en Cannes con el premio a la mejor dirección por ‘Babel’, reconoció que el festival de Cannes fue para él “el trampolín definitivo” de su carrera.
“Sí, sin duda, yo creo que todos los directores que hemos sido premiados o reconocidos aquí le debemos esa exposición mundial”, destacó Iñárritu, quien saltó a la fama mundial tras su triunfo en la Semana de la Crítica de Cannes en 2000.
“La presencia de Amores perros en Cannes fue fundamental para llegar a las audiencias globales”, insistió González Iñárritu, quien dirigió en esa película a Gael García Bernal, quien considera a su vez que Cannes les “cambió la vida” a los dos.