El Cereso de Torreón tiene una mera función de centro penitenciario.
El centro penitenciario tiene una capacidad para 911 reclusos, pero actualmente hay mil 78
TORREÓN, COAH.- El Cereso de Torreón tiene una mera función de centro penitenciario y no como espacio para la readaptación de los individuos a la sociedad. Esto porque apenas el 20 por ciento de los internos puede acceder a los talleres productivos, mientras el resto debe ingeniárselas si quiere desarrollar sus habilidades mientras cumple su condena.
David Fernández Hernández, director del Centro de Readaptación Social (Cereso), explicó que el lugar fue creado en 1985 para atender a 600 internos y aunque se han hecho las adecuaciones hasta llegar a 911, se cuenta con una población de mil 78. Además, señaló que se han rehabilitado espacios pero los servicios siguen siendo los mismos.
“Damos mantenimiento pero se está dañando, es mucha la afluencia a los servicios, cada vez son más internos y no alcanzamos con lo que hacemos, se acaban las instalaciones rápidamente y no les damos alcance”, expuso. En el Cereso hay talleres de carpintería, bloqueras, empacado de despensas, elaboración de tarjetas de mármol y útiles escolares, pero la gran mayoría de los internos se dedica a la artesanía y a trabajos de talabartería, como cintos piteados, sillas de montar, cuadros, espejos pincelados.
“Hacen manualidades y artesanías en sus propios módulos pero no hay espacio, tienen que estar en sus áreas, acondicionan sus mesas de trabajo para ello”, explicó el director.
David Omar Sifuentes Bocardo, segundo visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC), consideró que ha faltado gestionar por parte del Cereso con las empresas el trabajo, por lo que sólo se tienen convenios temporales como la organización de útiles escolares cada inicio de clases.
“Ahorita, el que tiene dinero puede hacerse de materia prima, hace artesanías pero el que no, no tiene opción al trabajo”, expuso, “según la Constitución, la readaptación en un Cereso se basa en el trabajo, aquí sólo funciona como un centro penitenciario para purgar la condena y sin ningún beneficio para el interno y, en consecuencia, ningún beneficio para la sociedad”.
Fernández Hernández dijo que los internos tienen un 50 por ciento de reincidencia, especialmente en los acusados de robo simple y robos agravados.
“Estamos luchando muy fuertemente por la readaptación, sabemos que son centros penitenciarios los que actualmente tenemos, estamos luchando porque sean centros de readaptación, hay una gran diferencia entre un centro penitenciario y uno de readaptación”, indicó.
Cereso femenil
Este año se rehabilitó la mitad del área conyugal, la cocina, se instaló gas entubado, equipos de aire lavado, y un sistema digital en las áreas de seguridad. Además, se realizan operativos continuos y en este año, se han hecho 65 decomisos de sustancias prohibidas. Sin embargo, el director del penal David Fernández advirtió la necesidad de construir un Cereso femenil, para lo cual, el personal administrativo estaría dispuesto a donar el amplio estacionamiento como terreno para la edificación.
“Se requiere crear un Cereso femenil, sacar el femenil del varonil para dar más espacio a más varones y poder reorganizar las cuestiones de los muchachos y darle una rehabilitación general nuevamente, eso tiene que ser cuando menos dos veces por año porque el tráfico de gente aquí es muy grande”, añadió.
