La Coprised afirmó que los rastros TIF de la región no están en grave riesgo sanitario, aunque los centros de matanza de los municipios o localidades sí incurren en inobservancias de la norma, por lo que se han tenido que interrumpir sus actividades en algunos casos.
Coprised descarta que prolifere fauna nociva en los rastros municipales.
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El responsable de la oficina regional de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised), descartó que prolifere fauna nociva en los rastros municipales, aunque reconoció que algunos centros de matanza de las localidades que integran la Región Lagunera incumplen con las condiciones para garantizar el adecuado manejo del producto. Jesús Romero Torres señaló que los requisitos que no se cumplen con mayor frecuencia tienen que ver con la falta de un médico responsable de revisar a los animales que ingresan para sacrificio, deficiencias en las instalaciones y la propia operación de los establecimientos.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, una parte importante de las consultas médicas proporcionadas en 2006 estuvieron relacionadas con las enfermedades provocadas por el consumo de carne en mal estado y otros alimentos.
El IMSS dio a conocer también que en la época de calor aumentan hasta un 20 por ciento los padecimientos gastrointestinales por ingerir carne no refrigerada y contaminada. Por su parte, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó que una cuarta parte de los rastros municipales del país está en grave riesgo sanitario, y que el principal peligro que esto ocasiona para la población son las enfermedades estomacales, debido a la insalubridad con que operan.
El encargado de la Coprised en La Laguna de Durango aseguró en los rastros municipales de Gómez Palacio y Lerdo que son Tipo Inspección Federal (TIF), así como algunos particulares no se han detectado graves anomalías que pudieran poner en riesgo la salud de los consumidores de la carne procedente de los animales que ahí se sacrifican.
Sin embargo, en algunos casos los centros de matanza que operan en municipios como Mapimí, Tlahualilo y el resto de la región, han tenido que suspender actividades por las observaciones producto de las visitas de verificación, al no acatar la normativa sanitaria. Por la ubicación geográfica de estos municipios, es difícil mantener una vigilancia permanente con personal de la Coprised, por lo cual se ha hecho hincapié ante los municipios para que tengan un médico de planta y sea éste quien colabore con la dependencia, en la detección de cualquier anomalía que pudiera ser detonante y afectar a la población. Romero Torres manifestó que la inspección se realiza con base en 90 puntos o requisitos que deben reunir los rastros TIF y es el mismo que regula el funcionamiento de los centros de matanza, aunque por sus propias condiciones muchos de los requisitos no se aplican en este último caso, sólo las medidas básicas.
Para saber
Según la Coprised, los centros de matanza de los municipios de la región incurren en el incumplimiento de medidas sanitarias, como:
■ Falta de médicos que supervisen el ingreso de animales.
■ Deficiencias en las instalaciones.
■ Falta de equipos.
■ Sistemas de operación inadecuados.
FUENTE: Oficina regional de Coprised
