EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El padre del piloto desaparecido desde el 31 de julio de 2005 en la Región Lagunera, junto a otros hombres, investiga en las oficinas de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), si alguno de los cuatro cadáveres encontrados es de su hijo, pues no aparece por ningún lado.
Entrevistado vía telefónica por El Siglo de Torreón, José Luis Puig, con domicilio en el Distrito Federal, dice estar al pendiente de las noticias sobre los cuatro cuerpos encontrados en la región y este lunes acudirá a las oficinas centrales de la SIEDO, donde se coordinan las investigaciones.
En la región todavía no se ha emitido ningún comunicado por parte de la Delegación Estatal de la PGR, en torno a los cuatro cuerpos que se encuentran en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) del Hospital Universitario de Torreón.
Como se informó en su oportunidad, la desaparición de los pilotos Gerardo Rivera y Rogelio Puig Escalera, ocurrió el domingo 31 de julio de 2005 luego que el avión en que llegaron procedentes del Estado de México aterrizara en el aeropuerto de Lerdo, en donde viajaban otras tres personas; Arturo Vidal, jefe de Puig Escalera y Alfredo, alias ?El Arqui?, así como Gabriel Rangel.
José Luis Puig, de 54 años de edad, con domicilio en el Distrito Federal y padre de Rogelio, interpuso la denuncia luego de esperar unos días la llegada de su hijo o cuando menos que se comunicara, pero al no tener noticias llegó a la Región Lagunera, donde él mismo realizó algunas investigaciones, que aportó a las autoridades y de hecho son los únicos avances que se tienen.
El denunciante señaló que la noche del domingo 31 de julio, su hijo le envió un mensaje para decirle que todo estaba bien y después regresaría a su hogar, lo que ya no sucedió.
En el hotel que estaba ubicado sobre la calzada J. Agustín Castro y bulevar Miguel Alemán, en Ciudad Lerdo, le informaron que Rogelio, junto a una persona identificada como Gerardo Rivera, se registraron a las 20:56 horas, del mismo domingo, en la habitación 424, pero que a las tres horas salieron y no volvieron ya.
La bitácora de vuelo indica que la tripulación llegó a Ciudad Lerdo en una aeronave Turbocomander 681, matrícula EB AVR, propiedad de Tomás Cavazos, jefe de Gerardo Rivera, piloto, quien a su vez contrató como copiloto a Ricardo Puig.
María Olivia Rivera Hernández, interpuso también una denuncia ante la Subprocuraduría de Justicia por la desaparición de su hermano Gerardo, de los mismos apellidos, otro de los pilotos. Lo extraño del caso es que por los tres pasajeros que venían en el avión nadie ha interpuesto denuncia.