La Casa del Estudiante Indígena requiere en verdad de una remodelación, que convertiría el edificio en una atracción turística.
El Siglo de Durango
Ya el Gobierno del Estado dijo que sí. Y aunque falta sólo firmar un documento, la remodelación de la Casa del Estudiante Indígena será una realidad, pero que no sólo los beneficiará a ellos, sino a todo el pueblo de Durango, pues este edificio se trata de un monumento histórico que protege el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Según Jesús García, representante de los estudiantes indígenas, ya acudió personal de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado (Sedesoe) para tomar medidas y para saber qué tipo de rehabilitación tendrá que hacerse en el edificio. También hace unos días estuvieron a punto de firmar un documento de compromiso de entrega de material, pero faltaron algunos detalles. En este proyecto los indígenas pondrán la mano de obra y el Gobierno del Estado el material.
MONUMENTO DE 1883
Resulta que la Casa del Estudiante Indígena se encuentra situada en un edificio que posiblemente se haya construido en el siglo XVIII.
Según lo comentó Pedro Martínez Coronilla, dirigente estatal del Movimiento Antorchista, este edificio es propiedad de la organización que él representa y afirma que el Gobierno del Estado ha mostrado disposición de aportar el material necesario para remodelar la edificación, pero para tal efecto necesitan que todo se formalice en un documento.
“La cosa es que el edificio es monumento histórico, de tal modo que el INAH estará metido en la remodelación verificando que todo se haga de acuerdo a sus reglas. No podemos cambiar nada de lo que hay aquí”, expone.
NO QUITAREMOS EL EDIFICIO
El Movimiento Antorchista que dirige Pedro Martínez Coronilla asegura que la Casa del Estudiante Indígena es parte del organismo que él representa. La problemática que determinaba el Gobierno del Estado en cuanto a que no podía remodelar la sede de la Casa del Estudiante fue que era propiedad de este organismo, con lo que se temía que posteriormente los echaran y con ello los beneficios de la remodelación se perderían.
Para Pedro Martínez, primero, la situación es muy diferente. Otros edificios se han remodelado aunque son de empresas particulares dentro del Programa de Remodelación de Fachadas. Una de ellas fue la de Ciudad de París, otro Banorte, Pollos Nápoles y otras más, de tal modo que él no ve ningún problema en hacerlo en beneficio de los estudiantes indígenas.
El segundo punto es que el Movimiento Antorchista no despojará de esta propiedad a la Casa del Estudiante Indígena, ya que ésta es parte del mismo.