Por temor a que su vida corra peligro, alrededor de 50 presuntos inmigrantes indocumentados se entregaron a la Patrulla Fronteriza desde el domingo mientras escapaban de uno de los incendios forestales más grandes que se hayan registrado en el sur de California, cerca de la frontera con México.
La Patrulla Fronteriza informó que no ha detectado ningún caso de inmigrantes lesionados por el fuego, pero agregó que sus agentes están explorando una zona muy arbolada al este de San Diego.
El llamado incendio de Harris ha quemado hectáreas cerca de la frontera con México. Un civil ha muerto, mientras que 16 habitantes y cinco bomberos han resultado lesionados.
La Guardia Nacional de California informó que movilizó a unos 200 soldados, de los 600 asignados normalmente para colaborar en las tareas de vigilancia en la frontera, a fin de que ayuden a los bomberos y a otras dependencias en las tareas de combate contra el fuego.