La falta de horas-frío eleva los costos de producción de los fruticultores de Canatlán y Nuevo Ideal.
CANATLÁN, DGO.- Los profundos cambios climáticos, tanto globales como en la región, aumentan considerablemente los costos de producción frutícola en la Canatlán y Nuevo Ideal.
El municipio de Canatlán es reconocido como uno de los principales productores de manzana de calidad a nivel nacional; sin embargo, con el transcurso de los años las condiciones climáticas han provocado que los productores deban buscar más opciones que les permitan obtener las condiciones climáticas propicias para el cultivo y producción de este fruto.
Al respecto, algunos fruticultores comentan que debido a que no se completan las horas-frío en las huertas los fruticultores tienen que utilizar los compensadores en los árboles de manzano y esto ha incrementado el costo de producción de la manzana; sin embargo, aunque eleva los gastos, no es una situación que saque a los productores del mercado.
Las pocas horas-frío que se han logrado acumular por la temperatura inconstante que se ha presentado en la región afectan en la producción de la manzana pero no en la calidad de este producto ya que hasta el momento se tienen entre 700 y 800 horas-frío; para la fruticultura se requieren aproximadamente mil horas para que sea una época considerada como buena y se espera que siga siendo como antes para que completen las horas-frío.
Otra de las situaciones que afectarán será la presencia de plagas, que por la situación del clima empezarán a aparecer mas temprano, lo cual implicará mayores gastos a los productores para la implementación de plaguicidas, ya que todo aquello que no provea la naturaleza repercute en más erogaciones para los productores.
También dan a conocer que los pronósticos a mediano y largo plazos acerca del exceso de calor que se estará presentando no ayudarán para nada a resolver el problema del clima con respecto a la manzana, por lo que se darán a la tarea de buscar nuevas alternativas de producción.
Información técnica
El árbol del manzano es más resistente al frío que el peral y no necesita tanta cantidad de calor y luz para la maduración; además, sufre menos con el exceso de frío que con el de calor, por lo que este fruto prefiere los climas húmedos a los secos. Las flores son sensibles a las heladas tardías de primavera, por lo que en determinadas épocas se hace la llamada “prendida técnica” y la utilización de riego antiheladas u otros sistemas de protección son habituales en zonas con elevado riesgo.
El manzano soporta temperaturas inferiores a los menos diez grados centígrados, sin que por ello se afecte su corteza, aunque al descender por debajo de los menos 15 grados centígrados pueden perderse algunas yemas florales; la principal limitación para el cultivo del manzano es el requerimiento de horas-frío, por encima de las mil (en función de las variedades) y debido a los cambios recientes en el clima cada año es más notoria la falta de horas-frío.
