Hubo un tiempo, en que los informes presidenciales eran verdaderos actos republicanos. De una alta significación protocolaria y de innegable valor político.
Pero luego fueron decayendo por diversos motivos. Primero, porque los presidentes abusaban de su obligación de informar y utilizaban largas y tediosos horas para hacerlo. Dejó de ser un informe a la nación para convertirse en una facultad de la que abusaba el presidente.
Después, nos fimos al otro extremo y se transformó en un circo. El acto era usado por los opositores al régimen en turno para golpear y burlarse del presidente. Al primero que agarraron de tiro al blanco fue a Miguel de la Madrid.
Así se fue degenerando el acto hasta llegar con Zedillo al extremo de escenificar trifulcas estilo callejero en pleno informe y recinto parlamentario.
El pueblo expectante, hacía burla y chiste de aquellas formas adoptadas por unos u otros. Lo mismo decían que para torturar a los delincuentes la PGR, les ponía a aquellos los informes presidenciales. Que una de las grandes mentiras del mexicano era: “Honorable Congreso de la Unión”.
La Oposición fue ganando espacios y formulando sus puntos de vista un rato antes de que apereciera el presidente y a nivel estatal el gobernador, Enrique Martínez, llegó a estar presente cuando la Oposición formulaba esos planteamientos, en la ceremonia del Congreso local, antes de uno de sus informes.
Pero todo era en vano, la Oposición lo que quiere es golpear políticamente al presidente y exhibirlo frente al pueblo, sin darse cuenta de que la que se exhibe es ella.
En esta ocasión se llegó hasta ofrecerle a la Oposición que Calderón dialogaría con ellos antes del informe, que era a lo más que aspiraría una Oposición seria, pero todo fue inútil. El PRD, no quiere a Felipe en ese recinto y menos informando de lo que él considera logros.
Ni siquiera podemos decir que la Oposición no quiere, porque el PRI está dispuesto a ello, así como algunos partidos pequeños. Pero todo se anula ante la terquedad de unos cuantos.
En efecto, de 628 individuos que componen el Congreso actuando como una sola asamblea, creo que son como 40, los que se niegan a recibir verbalmente el informe de Calderón.
¡Que lo deje y se vaya! Es el grito de guerra de los radicales que piensan que de esa forma ganan puntos ante el pueblo, cuando en realidad es todo lo contrario.
A mí me gustaría verlos debatir con Felipe y hasta que le ganaran. Pero ellos no aceptan, quizá porque saben que la pueden perder.
Bien dicen que donde terminan las ideas, comienzan los caprichos y las ocurrencias y éste es un decantado ejemplo de ello.
¿Qué el esquema del informe debe cambiarse?: Claro que debe cambiar, pero no a capricho de unos cuantos, sino en interés del pueblo.
El informe debe ser sobrio, respetuoso y veraz. Pero parece no haber forma de convencer a los radicales del PRD, que creen que le hacen un gran favor al partido siguiendo la terquedad de Andrés Manuel.
Cuando el PRD decidió dejarse de protestas callejeras y sentarse a la mesa a negociar razonadamente, ganó mucho. Y en efecto, llegó a su punto más alto con López Obrador, pero ahora parecen empeñados en tirar todo su capital por la borda, tomar de nuevo la calle y confirmarle a sus opositores que en efecto, tenían razón cuando afirmaban que Andrés Manuel era un peligro para México.
En fin, que el pueblo sigue a la espera de una izquierda fuerte y razonada; en la que se piense primero en México y después en los intereses personales o de grupo. Pero creo que tendrá que esperar muchos años más antes de ver ese cambio benéfico para la democracia.
N. de A.: Este día toma posesión como alcalde Gómez Palacio, Ricardo Rebollo. Una larga y difícil tarea le espera por delante. Confiamos en que pueda trabajar por mejorar la vecina ciudad. Pero también confío en que sepa honrar con dignidad, la memoria de su Padre. Mis mejores augurios para el nuevo alcalde.
