El Endeavour después de cumplir su misión en la Estación Espacial Internacional regresará a la Tierra.
El transbordador espacial Endeavour se desprendió de la Estación Espacial Internacional ayer, un día antes de lo anticipado, mientras la NASA seguía de cerca la evolución del huracán Deán.
Los jefes de la Agencia Espacial temían que el eventual desplazamiento de la tormenta hacia Houston les obligaría a trasladarse a un centro de control improvisado en Cabo Cañaveral, Florida. La tripulación del Endeavour se preparaba a aterrizar mañana como medida de precaución.
“Endeavour ha partido”, dijo el comandante de la Estación orbital, Fyodor Yurchikhin, en medio de un sonar de campanas, una tradición tomada de la marina.
“Gracias por todo, Scott y tripulantes del Endeavour”, dijo el residente de la Estación Clay Anderson al comandante del transbordador Scott Kelly. “Vayan con Dios”.
“No podríamos haber completado nuestras tareas sin ayuda de ustedes”, respondió Kelly. “Esperamos verlos de regreso en el planeta Tierra”.
La tripulación del transbordador, que incluye a la maestra y astronauta Barbara Morgan, se encontraba en la Estación orbital desde el 10 de agosto. En ese lapso añadieron un nuevo segmento a la viga de la Estación, entregaron carga y reemplazaron un giroscopio defectuoso.
Tuvieron que acelerar sus tareas para la partida adelantada. Morgan, la reemplazante de Christa McAuliffe en la misión trágica de 1986 del Challenger, debía hablar con estudiantes en Massachusetts ayer, pero esa plática fue cancelada.
Durante una caminata espacial ayer, que fue abreviada, los astronautas vieron el ojo del huracán colosal girando en el Caribe y expresaron su asombro.
Asimismo, anularon el vuelo en torno de la Estación después del despegue para tomar fotos, un ejercicio que los tripulantes suelen realizar si el tiempo y la cantidad de combustible lo permiten.
La tarea que sí realizaron fue un examen con láser de las alas y la trompa del Endeavour en busca de posibles daños causados por micrometeoroides. Los astronautas extendieron el brazo robot de 30.5 metros para inspeccionar la nave unas horas después del despegue.
