Ganan mexicanos a brasileños 6-0 en el primer partido de la liguilla.
AGENCIAS
ROMA, ITALIA.- Zico, Martins, Givaldo, Gilson... los nombres podrán sonar como la alineación perfecta para un encuentro del Mundial, pero la vista del domo de la Basílica de San Pedro y los sacerdotes en la multitud evidenciaron que este juego no era una mera cuestión terrenal.
En la primera jornada de la Copa Clerical, la liguilla organizada para equipos formados por sacerdotes y seminaristas, que alinea a 16 escuadras de institutos católicos en Roma, la protagonista fue la fantasía del futbol latinoamericano con dos formaciones compuestas casi totalmente por religiosos llegados desde el continente Americano.
El primer partido de la ya famosa Copa Clerical enfrentó ayer al equipo de la Pontificia Universidad Gregoriana, formado casi exclusivamente por brasileños contra los seminaristas del colegio Mater Ecclesiae, en el que ?militan? mexicanos, ecuatorianos y colombianos, entre gritos de los entrenadores, consignas religiosas del reducido público y camisetas invocando la protección de la Virgen María.
Todos apostaban por una victoria de la tradición brasileña pero los jóvenes seminaristas del Mater Ecclesiae batieron a la religiosa ?Selezao?, formada por los, menos en forma, profesores y estudiantes de la Gregoriana, por 6-0, mientras sus hinchas coreaban en español: ?¡La Madre de la Iglesia quiere un gol!?.
Pero el resultado fue lo menos importante en una jornada en la que se respiró un atmósfera serena y divertida.
?COMPÓRTENSE?
El saque de honor del primer partido de la Copa Clerical estuvo a cargo del cardenal Pio Laghi, ante varios cientos de personas que acudieron a animar con coros y tambores a sus amigos y compañeros.
?Están jugando con la cúpula de San Pedro de fondo, así que compórtense?, dijo el cardenal Pío Laghi antes de dar el silbatazo inicial en un pequeño estadio del Vaticano ubicado en una colina desde la que se observa la basílica.
En Italia, el futbol es casi tan importante como la religión católica y los jugadores se tomaron su papel muy en serio una vez que sonó el silbatazo.
En el juego se apreció una buena dotación de duras barridas y juego áspero, se marcaron dos tiros de penal y el primer gol cayó en el segundo de éstos.
En el campo, el Padre Arreola, seminarista mexicano del Mater Ecclesiae hizo las delicias del público marcando dos goles, mientras que se descubrió que en el banquillo se sentaba un entrenador ?profesional?, el mexicano Marco Rosales que entró en la tercera división de su país hasta que sintió ?la llamada?.
Al final, todos se estrecharon la mano y sonrieron, en lo que funcionarios y jugadores esperan será un buen ejemplo para el futbol profesional de Italia, el cual se ha visto agobiado por violencia de hinchas y escándalos.
DIFÍCIL RIVAL
El Mater Ecclesiae ya se presenta como una de las formaciones a batir pues también cuenta en su plantilla con la fuerza de los africanos, como el camerunés Salomon M?Moo, que aseguró que es de la misma tribu que Etó, el jugador del Barcelona.
El campeonato continuará jugándose todos los fines de semana en el campo de hierba artificial en el ?Oratorio de San Pedro?, desde donde se puede observar la gran cúpula de la Basílica de San Pedro.
La final será en junio y previsiblemente, en el también romano estadio ?Dei Marmi?, al que llegarán los dos mejores equipos de cada grupo que, siguiendo la fórmula de la Liga de Campeones, ganen los cuartos y semifinales durante el mes de mayo.
El ambicionado trofeo será un balón plateado decorado con un par de botas de futbol y el tradicional sombrero que usaban los seminaristas porque como se recordó durante la presentación del torneo ?un verdadero cristiano tiene que estar con la cabeza en el cielo y los pies en la tierra?.
La Copa Clerical debería ?reafirmar el valor educativo y pastoral del deporte? y ?fortalecer los sentimientos de verdadera amistad y fructuosa convivencia?, señaló un mensaje del cardenal Tarcisio Bertone, el segundo funcionario más prominente en el Vaticano.
La Santa Sede y en especial el cardenal Bertone, es el principal promotor del que se ha definido ?El Mundial del Vaticano? y que ayer despertó el interés de decenas de fotógrafos, cámaras de televisión, periodistas, que llenaron el pequeño estadio como en los grandes eventos deportivos.
